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Y allá van de nuevo...

jueves, diciembre 28, 2006

26 de diciembre

Esta tarde he enchufado el Football Manager 2005. Hacía mucho tiempo que no jugaba y ahora, de vacaciones en la casa familiar por unos días, tenía, al fin, tiempo para perder con cosas como curiosear en mi viejo Southampton y su impresionante palmarés, con el que no les voy a aburrir por el momento. Me siento delante de la pantalla (como es obvio, los videojuegos inmortales están replicados en el ordenador de mis padres para este tipo de emergencias) y veo la última partida grabada, del 26 de diciembre de 2005. Hoy es 26 de diciembre de 2006 (cuando escribo esto, que no sé cuándo publicaré) y han cambiado muchas cosas en mi vida, supongo que en las de ustedes también, desde la última vez que me senté aquí mismo a entrenar al Southampton.

Todo cambia muy deprisa llegado un momento. Hay buenos amigos a los que apenas vemos, y cuando vuelven parece que no se hayan ido, pero para entonces ya estamos viviendo otra vida distinta. Hace un año, por ejempo, este blog estaba a punto de nacer. Gracias a Dios la peor época de adicción a FM05 había pasado, si no ustedes no estarían aquí :) Ha llovido mucho, y lo que ha sucedido entre estas dos partidas de ordenador no se va a repetir. Y sin embargo estoy aquí haciendo lo mismo que hace un año, con el mismo frío y la misma comida familiar y los mismos bares de siempre. Ves amigos que están pasando una mala racha y les dices, como si fuese un tópico, que 2007 será mejor. Y un cuerno, no es un tópico. En un año pueden pasar muchas cosas, muchísimas, algunas increíbles.

Por eso piensas que vaya estupidez es lamentarse cuando todo puede areglarse o estropearse en un segundo. También, me acuerdo del titular de la entrevista a Orhan Pamuk este domingo en El País, "la melancolía es la fuente del entusiasmo". Voy a volver a mi Southampton, y espero dentro de un año recuperarlo de nuevo y pensar en 2007, y en lo que será 2008, como estoy haciendo ahora.

Feliz año, damas y caballeros...

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viernes, diciembre 22, 2006

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La mejor lotería es el trabajo

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miércoles, diciembre 20, 2006

El comodín del público

United States of America
RIP
(July 4, 1776 - October 17, 2006)

Así arranca Andrés Boix, de La Página Definitiva, su artículo (escrito en octubre, para que se hagan una idea del estajanovista ritmo de producción de Pierre) sobre la Military Comissions Act, la Ley que otorga al Presidente y a los servicios secretos de Estados Unidos el privilegio de eliminar los derechos de los ciudadanos escudándose, de nuevo, en el espantajo terrorista. El status legal de una persona considerada 'combatiente enemigo ilegal' queda sometida al albedrío del Presidente o de aquellas personas a las que éste delegue tal privilegio, que permite la detención sumaria de una persona y a su arresto indefinido. Andrés la compara con la norma con la Ermächtigungsgesetz (mantengan, por favor, alejada esta palabra del alcance de los niños) de 1933, la ley que acabó con la república de Weimar y alumbra el Estado nazi o, mejor dicho, el ejercicio del poder absoluto por parte del poder ejecutivo, que a su vez está encarnado en el partido nazi, que depende sólo del Führer. Lo típico, vamos, el pueblo es débil y veleidoso, así que voy a hacer el trabajo sucio. Copiopego

... sí era la primera vez que se utilizaba con la expresa intención de apoderar al ejecutivo dela capacidad absoluta de legislar, incluso contra lo que determinaba la Constitución (así, por ejemplo, incluso contra los derechos fundamentales), sin que estas decisiones fueran controladas. Y, aunque, tal y como obligaba la Constitución, la ley prevé una validez temporalmente limitada (4 años) desde un primer momento se plantea de manera evidente (dada, en primer lugar, la ya de por sí generosísima y atentadora contra el espíritu de cualquier limitación temporal fijación del plazo de vigencia en tanto tiempo) que está ahí para quedarse. A partir de ese momento, la autoridad del ejecutivo alemán y del Reichskanzler será absoluta. Sus decisiones desplegarán efectos sin oposición alguna, con independencia de su contenido y proceso decisorio, sin posibilidad de réplica o control, sólo de acatamiento.

Un estado de excepción permanente frente a un enemigo que está por todas partes. Lo típico, también, pues no hay una dictadura que se precie que no esté justificada -para deleite de buena parte de la población- en un malo de final de pantalla. Unos se pasan por donde amargan los pepinos el poder legislativo y los otros el judicial. La voluntad de unos es tomar y retener el poder absoluto para crear un Reich de 1.000 años mientras que los otros, según lo que leí por ahí, redactaron la ley más bruta que se les ocurrió para obligar a la oposición a votar en contra, llamarles amigos de los terroristas... Aunque no es muy tranquilizador pensar que la mejor forma de ganar votos es cargarse los derechos ciudadanos. Se podría decir también que la Military Comissions Act ha dado una capita de Super Ween (el del avión) a algo que se lleva haciendo varios años (y varias décadas), pero creo que esto nunca preocupó realmente. Y, en todo caso, me despisto, pues no hablamos de fines sino de medios.

Me recordó un artículo de Manuel Rivas sobre Carl Shmitt, jurista alemán que terminó dando forma al Estado nazi, precisamente a partir de la idea de el enemigo, "la soberanía, en la medida en que se entienda como la capacidad de adoptar decisiones sin posibilidad de sufrir oposición, conduce en la lógica schmittiana a la posibilidad de que en situaciones excepcionales ésta sea delegada o conferida a un ente o persona que la gestionará con todos sus atributos", como comenta Boix en un artículo posterior sobre Schmitt. Rivas habla de katechon, una especie de dique contra el mal: Some understand 'katechon' as an Orthodox emperor, some as a secret mysterious organization, that keeps on restraining the Evil after the fall of all Orthodox empires. Obviamente, el katechon se cataloga a sí mismo como tal como medio para arrogarse los poderes necesarios a la hora del gran combate.

Solamente el SPD votó en contra de la propuesta del parido nazi. Y la Ermächtigungsgesetz funcionó formalmente bajo el paraguas teórico de la república de Weimar, al tratarse de la aprobación de un Estado de excepción de cuatro años que, transcurrido ese periodo, se volvía a aprobar. Por supuesto, al dotar de poder absoluto al Führer, del Estado anterior quedaba más bien poco. Pero todo fue formalmente y, quizá, jurídicamente, correcto. Me pone los pelos de punta la naturalidad con la que se ha aceptado la renuncia a derechos básicos y con la que el comodín del público (terrorismo, terrorismo, terrorismo) acaba con cualquier clase de debate. Me pone los pelos de punta, también, ver cómo la suspensión de derechos se articula manteniendo el orden jurídico formal y que, además, todo ello, se suma que la capacidad para distinguir amigo de enemigo queda sometida a la voluntad del supuesto amigo. Porque al principio, ya saben, los malos adoptan una forma clara y definida. Pero después son se convierten en algo etéreo, volátil, y la lucha contra el mal es la lucha conta todo, probablemente contra nosotros.

Somos unos tarados si pensamos que la constitución (cualquier constitución) sirve de algo ante un poder capaz de convencer a la masa de que ellos saben defendernos mejor que nosotros de un mal absoluto. En España, donde a don Francisco las leyes se las redactaba el equipo de La Hora Chanante, esto nos parecerán fruslerías metrosexuales, pues desde tiempos inmemoriales hemos sabido que el que manda, manda, y hemos tenido a cuenta de las txapelas unos cuantos episodios que han rozado o traspasado varias líneas rojas, como la Ley de Partidos. De hecho, me extraña que con nuestro natural ser "vivan la caenas" se nos hayan adelantado los yanquis.

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martes, diciembre 19, 2006

A vertebrar

El PP pacta con CiU traspasar a la Generalitat la gestión del aeropuerto del Prat. Mientras, ERC se reúne para ver qué hacen.

En la enmienda que otorga a la Generalitat de Cataluña una 'participación y capacidad decisiva' para gestionar el aeropuerto de El Prat se compromete al Gobierno central a crear un consorcio destinado a este fin antes de abril del año que viene. También se desclasifican como aeropuertos de interés general los de Gerona, Reus y Sabadell.

Y es que los caminos del Señor son inescrutables, sobre todo a la hora de salvaguardar la unidad de Españaza o la supervivencia de Catalunya Lliure. Y no pierdan el tiempo tratando de entender algo. Sea lo que sea, lo hacen por su bien. Para vertebrar algo.

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Adiós, Joseph

Hoy es un día triste para este blog y sus partícipes. Joseph Barbera, uno de los fundadores de Hanna-Barbera, muerto con 95 palos, que tampoco está mal. No era el padre de Pierre Nodoyuna, pero hay mucho de Tom y Jerry en las carreras de Pierre y competidores.

Descanse en paz. Pero no puedo extenderme mucho más, ¡¡he de consolar las lágrimas de Penelope Glamour antes que Pedro Bello!!

Ahora en Cartoon Network hacen una especie de remake sobre Penelope, llamado Penelope Pitstop GT, pero no mola mucho, al menos no a los que nos gustaban la Penelope de antes, el profesor Locovich o los hermanos Macana.

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lunes, diciembre 18, 2006

Lo que nos enseñó Pinochet

Una más, de las sabatinas intempestivas de Morán, los sábados en La Vanguardia, quizás el único periódico editado en Españaza digno de tal nombre.

Lo que nos enseñó Pinochet

Gregorio Morán

No les arriendo la ganancia a los futuros historiadores españoles. Tendrán mucho trabajo retirando las capas que hemos ido echándonos encima. Sin ponernos grandilocuentes, pero sí un poco cachondos, que ya llega la Navidad: no somos la generación más mentirosa, porque esto es difícil de precisar y además hay mucha competencia, pero de lo que no me cabe duda alguna es que somos la que ha hecho mayor esfuerzo para engañarse a sí misma y a sus herederos. Y con éxito. No sólo nos engañamos que es un gusto sino que hemos trasmitido urbi et orbi que somos lo que no somos y estamos orgullosos de serlo. Hemos adquirido tal capacidad para tragar ruedas de molino que nos exhibimos ante los chicos estos que arrasan y afirmamos con un gesto de superioridad: ¡que no son ruedas de molino, que son golosinas! Nuestros historiadores futuros tendrán que hacer cursillos de arqueología para ir desenterrándonos pieza a pieza, si es que merece la pena, que tengo mis dudas.

Esos caballeros tan historiados y seguros, ¿eran aquéllos que yo conocí, o tenían hermanos gemelos? ¿O son sus hijos? Nuestra historia actual, como nuestro periodismo, no tiene nombres; todo son generalidades, y así nadie se da por aludido. Vamos a ver, ¿ese genio de la síntesis histórica, que pontifica con trabajosa prosa ignaciana, que firma Santos Juliá, ¿es aquel mismo jesuita de 1973, o ya no era jesuita sino que preparaba la tesis doctoral sobre el PSOE, que le publicó y le promocionó activamente el olvidadísimo Tino Lastra, el de Siglo XXI, en 1977, y del que conservo por cierto el tarjetón que acompañaba al libro, ay, recomendándole? Ese implacable energúmeno de la pasión patriótica, Antonio Elorza, el justiciero aventado, ¿era aquel Andoni Elorza del PC de Euskadi en su etapa abertzale? Y el tipejo fraudulento que firma una columna biliosa en ABC como César Alonso de los Ríos, después de hacer de mamporrero de Santiago (Carrillo) en el semanario La Calle, luego por el PSOE y por la OTAN, ¿es el mismo redactor jefe que sacó en 1973 aquella portada escueta como un grito, CHILE, en mayúsculas negras que aún retengo en mi retina? Podría seguir haciendo amigos, pero basta con estos casos de galante notoriedad, porque no tengo ninguna gana de meterme con nadie, lo único que pretendo es entender algo. Y ya que no lo consigo, al menos que me dejen decir que son ruedas de molino, que no son rosquillas.

Eso y otro montón de cosas me venían a las mientes mientras contemplaba el arcón acristalado de Pinochet. Y comparaba los túmulos, aquel de Franco en el Palacio de Oriente y éste de Pinochet, y comparaba también ambos funerales. Nada que ver, tan diferentes ambos que cualquier comparación sería como un subterfugio. Los dos murieron en la cama, pero ni los lechos mortuorios podían compararse. Las penas de los últimos años de Franco se reducían a quejarse de los achaques de la salud y de lo poco que le recompensaba Dios y sus administradores en la Tierra, la Iglesia católica, por sus desvelos de cristiano viejo. Los agrios últimos años de Pinochet tuvieron mucho de condena. Que merecía el fusilamiento no me cabe duda alguna, por felón, por criminal y por terrorista uniformado. A mí la muerte de Franco, su túmulo reverenciado por muchísimos miles de españoles, no me dijo nada entonces y menos aún ahora.

Pinochet nos enseñó varias cosas que hoy podrán parecer obvias pero que entonces nos obligaron a reflexionar. Primera y principal: el recurso al terrorismo, al asesinato -por supuesto, a la mentira-, por parte del Gobierno de Estados Unidos, amparado en la ley de plomo de la guerra fría, tuvo en el Chile de Salvador Allende una plasticidad tal que aún hoy, cuando veo la jeta blancuzca y sonriente de Henry Kissinger no puedo reprimir la arcada. La desestabilización y quiebra del socialismo allendista en Chile tuvo una causa exógena, y fue provocada por la administración de Nixon y planificada por la tortuosa capacidad de otro criminal de guerra, Henry Kissinger. No podía triunfar una vía democrática al socialismo porque eso era tanto como cuestionar la gran falacia de la guerra fría. Fuera de los intereses estratégicos y geopolíticos, en impura política de Estado, ni la Unión Soviética ni la Cuba castrista tenía el más mínimo interés en que la experiencia triunfara. El fracaso de la vía democrática al socialismo era para ellos una doble victoria; comprometer a EE.UU. en un caso flagrante de violación e intervencionismo, y demostrar que la vía pacífica estaba cegada.

Pero luego estaba la segunda lección, no menos principal que la primera. No se puede dar un vuelco a una situación, o lo que es lo mismo, iniciar un proceso de cambio revolucionario, con la mitad más uno de la población, y en ocasiones menos. O se convence a la gente, o se la reprime; en política no cabe otra opción. Azuzados por una izquierda radical salida en su mayoría de las sacristías, donde es sabido que se explica que la vida es sacrificio y el futuro auténtico está en el cielo -Marta Harnecker fue el producto más acabado y dogmático de aquel personal cándido e irresponsable; no olvidaré nunca una conversación con ella en La Habana, derrotada y casada con el infame jefe de los servicios de intervención exterior de Cuba; no sé si hay espía bueno, pero jefe de espías honesto es imposible-. Hay que hablar del crimen intervencionista norteamericano, pero también de aquellos muchachos del MIR, que crearon inmejorables condiciones para el golpe militar.

Y también la leyenda de las tradiciones. El patriotismo de izquierda. La ingenuidad en política no es otra cosa que inexperiencia. Los errores se pagan con la misma fuerza si somos cándidos que si somos malévolos, sólo que si somos simples nos cargarnos de más justificaciones para explicar nuestra estupidez. ¡Las tradiciones democráticas del ejército chileno! Boberías de guía turístico. Era, fue, y sigue siéndolo, un ejército formado sobre el patrón prusiano, del que se sentía más orgulloso que de las tradiciones democráticas plebeyas. Ellos fueron el fiel de la balanza, pero Allende y la situación social y la presión norteamericana desestabilizaron la balanza y los platillos cayeron para el lado que suelen hacerlo. Apareció entonces la realidad desnuda, y la charlatanería de la izquierda armada. ¿Una guerra civil? ¡No, imbécil, una masacre! Aquella pregunta que se hizo Enrico Berlinguer a partir de la experiencia chilena cobró al fin la categoría de reflexión política. ¿Cuántas masas se necesitan para parar un tanque? Los simples apelarán a la foto de Pekín y al joven que detiene la hilera de carros blindados, pero es una foto, un icono magnífico. La evidencia está en que aún no sabemos cuántas miles de personas murieron por lo de Tiananmen. Me crispan los iconos, porque son los argumentos de la candidez que sirven para que se inmolen los creyentes.

El golpe de Pinochet en Chile obligó a hacer reflexiones sobre la derrota. ¿Se han fijado que las victorias se estudian en las academias militares y las derrotas en los partidos políticos? Curiosa diferencia que nos obliga a ser más cuidadosos cuando se trata de hacer inventos que cuestan muchas vidas. La lucha armada en América Latina aún está por estudiar. Está por hacer el balance atroz, la liquidación de generaciones enteras de los mejores, de lo más granado y más brillante que surgió en la política desde 1959. El espejismo letal del foco guerrillero castrista. Ningún europeo se puede hacer a la idea de cuánto talento se enterró en las selvas para la más inútil y entusiasta de las peleas. Y aún sigue el fantasma sin desvelar. Mucha retórica sobre nuestros héroes caídos en combate, pero entre Camilo Torres el colombiano y Hugo Chávez el venezolano hay un salto de culo, o como decía aquel 'una ofensiva sobre la retaguardia'. Los héroes sirven sobre todo para hacerles esculturas. La ingenuidad en política es un delito profesional.

Lo digo con auténtico pesar porque es un asunto que me cuece dentro. En 1974, por razones de solidaridad y militancia, me convirtieron en instructor para cuestiones de clandestinidad y aparatos de propaganda -en el pomposo lenguaje de la época- del chileno Carmelo Soria. Estaba negado para la clandestinidad; era simpático, abierto, gran conversador, apasionado galanteador. Parecía un poema de Neruda en su época brillante. Y por si fuera poco tenía buena talla y llamaba la atención; uno de esos tipos que cae bien a primera vista. Exactamente todo lo contrario del sórdido manual del clandestino. Pero los comunistas chilenos machacados por la represión no debían disponer de muchos hombres con una tapadera tan magnífica como la de Carmelo Soria, asesor de la ONU. Recuerdo la despedida en la calle Ibiza de Madrid, bordeando el Retiro. Yo era consciente de que aquel hombre iba al sacrificio y él lo asumía con una dignidad que aún me emociona al recordarle, porque era mucho más consciente que yo de lo inevitable. Se sabe que la policía de Pinochet le torturó hasta la muerte y que luego le metió en su coche y lo echó a un río para que el agua disimulara las huellas. Pero aquel hombre con su risa franca y su gracia natural había nacido para la libertad y perdió la vida luchando por recuperarla. Lo siento por la corresponsal de Televisión Española, María José Ramudo, que hubo de soportar la agresión de los pinochetistas durante el velatorio de la bestia galante -es fama que Pinochet era muy amable con las damas-, pero cuando un fascista le arrancó el micrófono y gritó 'españoles hijos de puta', confieso que me dio un vuelco el corazón y me sentí orgulloso.

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martes, diciembre 12, 2006

El mito urbano

Diaka es supuestamente el vodka más caro del mundo. Supuestamente está hecho en Polonia, y supuestamente en su proceso de creación se utilizan 100 diamantes, ni más, ni menos, y por eso es el vodka más caro del mundo. Diaka, acrónimo de Diamond Vodka, se presentó en sociedad allá por el mes de febrero con la etiqueta ya citada y que supone un descarado plagio al turrón 1880.

La empresa que lo comercializa dice llamarse TrasBorder Spirits, pero no tiene página de internet, como tampoco lo tiene el propio vodka. Hay centenares de referencias en internet a la nota de prensa inicial, pero ni una sola de alguien que haya probado, visto o simplemente sepa de la existencia de Diaka. Ni una crítica de expertos en vodka, que supongo los habrá. Y sólo en un foro llamado bornrich alguien dice haberlo probado, lo cual no es un argumento muy sólido a favor de la existencia de Diaka toda vez que todos conocíamos a alguien que había visto el video de Ricky Martin, el perro y la mermelada y/o conoce de buena tinta la verdad sobre alguno de los mitos urbanos que circulan alrededor de la pobre Anne Igartiburu, que no sé qué habrá hecho para ser en el imaginario hispánico hermafrodita, novia del Rey y puta de lujo todo a la vez.,,

Por lo demás, el supuesto proceso de elaboración de Diaka consiste en meter el vodka en un tubo con 100 diamantes y darle vueltas. En wikipedia dicen: “The diamonds and vodka are put into a glass tube and, through the use of centrifugal force, the diamonds are pushed vigorously through the vodka in the tube and actually "cut" the molecules of the vodka”. Ya saben, señores, el vodka no sólo es un molécula sino que, además, se corta con diamantes. Y el Don Simón es un prión. Sólo me pregunto en qué tipo de átomos se descompondrá la molécula de marras.

Dejando aparte lo de la wikipedia -como alguien apunta por ahí, el diamante no es poroso, por lo que es más bien complicado que sirva para algo pasar el vodka por la piedra, aunque de esto, admito, no tengo ni zorra idea- me queda sólo una duda. Si Diaka es algo así como un hoax para posteriormente lanzar alguna campaña ‘Amo a Laura’, si es una broma personal de unos expertos en marketing (como, según otro mito urbano, el grupo de música Astrud, “a que hago un hit a partir de nada”) o si es una estafa como Dios manda, que hará que dentro de nueve meses Paris Hilton exija una botella de Diaka en cada hotel que visite aunque sea como el Absolut de toda la vida.

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lunes, diciembre 11, 2006

tres noticias

sábado, diciembre 09, 2006

the wig is gone

El turismo rural es como el camping. Tú vas, ves que todo es muy bonito, lo verbalizas con profusión, organizas el aspecto logístico que, en este caso, es más sencillo al no tener que construir tu casa. Pasas unos días atareado con la obtención de alimentos, su preparación y la limpieza de la zona necesaria para poder ejecutar este algoritmo tres veces por cada día de estancia hasta que se pone en marcha la operación 'vamos a ir recogiendo', eufemismo de 'joder, qué mal se ve la tele'. Ocasionalmente se intercambian pareceres con la gente del campo, que a ojos de ciudad son algo así como elfos, dotados de sabiduría, honestidad y experiencia sin límites y se recorre a pie parte del entorno para poder introducir la variable lavadora en el bucle de actividades fundamental.

Era el plan cojonudo para este puente pero aquí el que escribe ha ido de guay estos días con el típico rollo "no, yo me quedo en Madrid, que prefiero irme por ahí cuando no hay gente". Pues si no quería caldo, dos tazas. Será porque el enviado de la ONU nos ha acojonado a todos con eso de la vivienda y ya no gastamos como antes, o quizá las casas rurales estaban ocupadas por inmigrantes que, no contentos con quitarnos el trabajo y los servicios sociales, acaparan también alojamientos campestres. Sea una u otra causa, este año la actividad de los buenos españoles en el puente de la Inmaculada y la Constitución (si el calendario ligó estos dos conceptos, será por algo, aventuro, a ver cuando llegan en Cuéntame al 78) ha consistido en ponerse cosas en la cabeza. Decir pelucas sería faltar a la verdad. Porque, sí, la mayoría de los artefactos son pelucas, pero no sólo.

Aquilatando un poco más, era algo más que eso. Era ir en masa a la Plaza Mayor de Madrid, adquirir en el mercadillo algo que ponerse en la cabeza, mirar la performance exterior de El Corte Inglés llamada Cortylandia (una paradoja, conocido el efecto de los complementos craneales sobre la visibilidad del prójimo) para pelear después en plan Street Fighter por un pincho de tortilla y regresar ya a la aglomeración del metro.

27 personas pasaron con peluca en los cinco minutos que tardó el 1 (un autobús) en pasar pr Gran Vía el sábado. En cada vagón de metro había tarde tras tarde entre cuatro y cinco personas con peluca, según mis propias estimaciones. Las más utilizadas eran a lo afro, esas en plan 11811 que convierten a la gente en setas itinerantes, aunque también estaban los clásicos cardados rosas o verdes que, fuera de contexto, podrían ser malinterpretadas. Hace un par de años se pusieron de moda los cuernos con luces rojas intermitentes. Se los empezaron a poner los chinos y a fuerza de insistir se lo vendieron a los aborígenes. Ahora la industria se ha deslocalizado, de modo que el uso de los cuernos con luces (que tampoco iluminan tanto) es más general y el consumo del artículo más variopinto. Del cuerno rojo con luz en la puntita se ha pasado a un abanico de colores, tamaños y estils de iluminación.

Pero ya saben los cazadores de tendencias que cuando una moda llega al populacho está pasada, dos vueltas por lo menos. Y es el caso de los cuernos. A lo largo de la Navidad veremos qué complemento es el triunfador, pero desde esta web les queremos dar pistas. Para los padres de familia yo recomendaría la gorra-reno de taxidermista, una gorra de yanqui que incorpora la cabeza de un reno en la visera y el cuerpo en el resto, sin que el reno, aparentemente, tenga patas. Las jovencitas virginales se puede optar por una redecilla dorada a medias que da un aire entre hada, monja y Madonna que contribuirá, sin duda, a que pierdan su condición. Los macarras de barrio tienen una buena alternativa en la gorra-fuego, que hermana a los del tuning con los punkis: Una gorra cutre como ella sola con una cresta mal pegada con dibujos de fuego.

He comprobado que es fundamental ponerse la gorra nada más comprarla -esto es, en la tarde noche- y mantenerla en la cabeza al menos hasta la salida del transporte público. Sólo quisiera saber, para apurar mis desvelos, qué sucede con las pelucas depués. Dónde están. No sé si son arrojadas a la basura o abandonadas en el descansillo de la escalera, si en cada casa hay un almacén de pelucas o si los portadores de estos artefactos los reutiliza. Al menos sé que no es la indumentaria oficial de esta época del año, porque al día siguiente ya no hay pelucas. Y aunque no tuve huevos de ir a Ikea, Xanadú o Plaza Norte, sí pasé por Mercadona, y ni pelucas ni nada.

La clásica fauna de supermercado: la madre cabreada con niños sudorosos embutidos en edredones con mangas, las parejas de mediana edad discutiendo y los dos tipos de ancianas que pueblan los supermercados: la señora que se cuela y la señora justiciera, atraídas entre sí como imanes de distinta polaridad. Pero de pelucas, nada de nada...

¿Where did all the wigs go?

(en inglés cualquier gilipollez parece un haiku de Salinger o Bob Dylan, joder)

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miércoles, diciembre 06, 2006

Otro partidazo

Ayer un comentarista del blog me comparaba a Iniesta con Yo la Tengo, por aquello de ser tan buenos en lo suyo como malos a la hora de venderse. Me hizo mucha gracia, pues son dos de mis debilidades en fútbol y música que, con el paso de los años, van teniendo el sitio que les corresponde. Ayer Iniesta se retiró lesionado del Nou Camp y puso en pie al estadio, que celebraba el partidazo de la primera parte y sufría más de lo que debía.

Ya se les veía en la cara. Tenían ganas, y nosotros también las teníamos. Han querido enterrarles antes de tiempo. A unos tíos que en mayo eran lo más de lo más, ganando Liga y Champios, les querían enterrar antes de tiempo. Y, sí, había vibraciones malas. Lesiones, pretemporada extraña, inicio flojete, incapacidad para ganar a Madrid, Chelsea, Valencia o Bremen… Pero este equipo es más. Más sólido que el Dream Team, más perseverante, y ayer sacó lo que tenía dentro. Se comieron a los alemanes como debe ser, con dos goles en el primer tiempo que pudieron ser cuatro. En la excelente página futbolitis, además de clavar antes del partido los detalles que lo podían decantar, evocaban aquella remontada con el Dinamo de Kiev en la que el Barça tiró más de 30 veces entre los tres palos.

Giuly es, posiblemente, el jugador más infravalorado de este Barça donde, por algún motivo -probablemente relacionado con el Polonio 210- se tiene a Saviola por las nubes mientras se considera a este francés un reserva resultón. Además de los goles que da y, a veces, marca, abre el campo como nadie y explota a la perfección lo que tiene. Velocidad, sobre todo. No es de estos extremos que ve en el banderín de corner la palabra Meta. Espera y rompe cuando ve hueco detrás del lateral para irse hacia dentro, que es donde crea peligro. Como ayer. Todo el equipo interpretó su papel, ya desde antes del partido. Presionar, robar, tocar, cambio de juego y entrada por la banda. Enorme Deco, siempre atento a todo y con el partido en la cabeza, muy bien Iniesta mandando en medio y en lo suyo Gudjohnsen, que empieza a enseñar lo que tiene.

De Ronaldinho poco más se puede decir. Llegó a un club en derribo y lo llevó a las primeras posiciones de la Liga. Después ejerció de referencia para formar un equipo histórico y convertirse él en el mejor jugador del mundo. Ha tenido que recuperarse de un mal mundial con todos los focos apuntando a él y más presión que ningún otro futbolista. Ahora tira del equipo en el campo, en el vestuario y, cuando toca, en la prensa.

Ah, sí, la segunda parte. No es muy significativo que el equipo flojee después del atracón del primer tiempo. Y los alemanes son un buen equipo que casi gana al Barça allí, es líder en Alemania y ganó al Chelsea. Un toque de atención sí se merecen, aunque el Bremen no crease muchas oportunidades y la defensa fuese solvente.

Por lo demás, los chicos de Antena 3 volvieron a demostrar su compromiso con España en estos tiempos de zozobra con sus heroicas apelaciones a la justicia cuando el árbitro no favorecía al Werder Bremen o con perlas como “Ronaldinho rueda demasiados spots” o, después de que el delantero Almeida recoja un balón con la mano, “de no ser antirreglamentaria sería una jugada excelente, amén de muy peligrosa para el Barça”. Sí, señores, aunque les parezca mentira en el fútbol no se puede tocar el balón con la mano. ¿Por qué esta regla bizarra y semidesconocida?, se preguntarán. Pues yo tampoco lo entiendo, y comparto con Antena 3 la indignación porque una nimia argucia legal haya impedido a estos chicos de verde vertebrar un poco más España.

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martes, diciembre 05, 2006

yo la tengo

El tiempo tiene muchas cosas, la mayor parte malas, como la no ya tan incipiente tripilla, la sensación de estar de vuelta de algunas cosas (véase el post anterior, que pronto tendrá secuela) o, como dice polako, esas cuentas en plan “me quedan para tener xx años menos años de los que me han pasado desde que tenía xx”. Pero también cosas buenas, como que tiende a poner a cada uno en su sitio.

El sábado Yo la Tengo tocaban en Madrid. Justo 22 años antes, el 2 de diciembre de 1984, si no mintieron, Yo la Tengo hacía su primer directo. Por eso arrancaron con la primera canción que tocaron aquel día. Ahí estaban los tres, Ira, James y Georgia, supongo que igual que hace 22 años, con esa pinta de personajes de Clerks, de dependientes de la tienda de cebos para pesca de un pueblo del Medio Oeste, con sus canciones melódicas y ruidosas. Decir que Yo la Tengo es un buen vino, que mejora con la edad, o que envejece muy bien, sería mentira, además de un lamentable tópico. No, lo que pasa con Yo la Tengo es que cada vez que les ves o les oyes, y cada vez que ves y oyes a otros, te das cuenta de lo buenos que son y de la diferencia con aquellos que tuvieron un momento de algo que parecía gloria.

El sábado empezaron bien, con esa canción citada, pero luego flojearon con temas del útimo disco. Que no está mal, pero queda lejos de los buenos. Lo nota el público, y hasta que no empezaron con Tom Courtenay la cosa pintaba más bien floja. A partir de ahí fue como siempre. Canciones más punkis que el mejor grupo punki, canciones más melódicas que las de cualquier grupo pop y esos temas que duran casi 10 minutos en los que los instrumentos van y vienen, se separan y se juntan otra vez. Luego tienen sus momentos, como cambiar de instrumentos, sacar a un menda con gafas a silbar (sí, silbar) ‘little corner of the world’ o a otros colaboradores que parecían haber pasado por un casting “quién es el más friki de New Jersey”. Tocaron una sólo con percusión y, cuando el roadie de turno se animó a ponerse a una de las baterías le dejaron tocando solo y puteado delante de 2.000 personas. En el primero de los tres bises se marcaron una versión de Arthur Lee, que también tocaron en su primer concierto..



aquí, James el sábado con sus amiguetes detrás

El público fue más numeroso que otras veces. Llenaron la Riviera, y en Aqualung, bastante más pequeño, dejaron huecos hace tres años. Aunque se veía a más gente muy preocupada por su atuendo (los que miran el concierto inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado), la mayoría eran, o éramos, los de siempre, tan variados como las canciones.

Pues eso, que son tan buenos músicos como antiestrellas. Al terminar estuvieron un buen rato firmando entradas y hablando con la gente. Encantados de la vida. Lo único, que no tocaron Detouring America with Horns. Que tampoco está en youtube, cachis en la mar, de modo que les dejo con Tom Courtenay, una de mis preferidas.
No hay nada como ver a Yo la Tengo con la mejor compañía posible.

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