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Y allá van de nuevo...

martes, marzo 02, 2010

Águila roja

Mi primer contacto con Águila Roja fue indirecto; me dijeron que el hijo de alguien estaba empeñado en ser Águila Roja como otros se consideran Spiderman. Vi la serie haciendo zapping y vi a una chavala con un peinado digno de la Movida que se bañaba en leche de burra y hablaba como una operadora de línea erótica. No saben nada los niños de ahora, pensé. No sé si la han visto; merece la pena. Para los que no, les contaré que es una mezcla cutre de El Zorro, el Lazarillo de Tormes y una de ninjas. El protagonista, de hecho, es un ninja que vive en el Madrid del siglo XVII, sabe chino, artes marciales y en sus ratos libres da clase a niños. En el aula comparten pupitre los hijos de la realeza con la progenie de las prostitutas del barrio. Y cada vez que Águila Roja abre la boca, en clase o fuera de ella, es tan paciente y didáctico como Pep Guardiola en rueda de prensa.

Lo que más me gusta de Águila Roja es la sencillez con la que van pillando cosas de donde le parece. De hecho es una especie de Hot Shots, pero en serio. En un episodio había un malo del rollo Freddy Kruger, con cuchillas en las manos, se lo juro. Últimamente se ve que les ha molado el tráiler de Assasin's Creed y ahora, cada vez que Águila Roja camina, usan una cámara lenta. Luego mola porque viven todos juntos, en plan 90210. En cosa de dos manzanas está la casa de Águila Roja, el colegio, el palacio de la mala-calentorra, el palacio del Rey, las mazmorras del 'malo-que-no-lo-es-tanto' y el garito del cardenal, y cada vez que pasa algo los guardias aparecen en 30'' perfectamente equipados. El vestuario es otro rollo. El ninja va de ninja. La mala, que es marquesa, va de cabaretera o prostituta de Western; sin embargo las prostitutas de verdad van con unas blusas blancas del H&M muy monas. El 'malo-que-no-lo-es-tanto' va siempre con una especie de coraza de cuero que parece más sado que otra cosa. El resto de la peña va de mercadillo medieval, es decir, con ropa sucia y un chaleco de cuero.

Quizá el éxito de Águila Roja beba del éxito del mercadillo medieval. La filosofía es la misma; una vez que se esparce paja por el suelo, se ponen un par de banderolas al estilo de los clicks y la gente se viste con ropa de Belén viviente, en ese momento las distintas actividades del mercadillo pasan a ser medievales, independientemente de sus característicasy del entorno. En Madrid últimamente les daba por poner un mercadillo medieval en la plaza de los cines Luna, conocida por la elevada densidad de yonkis y homeless, rodeada de edificios de oficinas y algunos bares que seguramente estén en el Top10 de los más cutres de Madrid. Pues ahí te plantan cuatro chamizos, llenan el suelo de heno y, con un par, te hacen creer que estás en el Toledo del Siglo de Oro.

Como comenta El Ucraniano Aniano,"El mercado medieval como concepto festero no es mucho más antiguo que la discoteca móvil. Suena a ancestral pero su generalización en las celebraciones de nuestras localidades se sitúa en un momento impreciso de la historia contemporánea que situaría entre la regencia de Naranjito y la fiebre del aserejé. La primera vez que asistí a uno -yo, más niño y más repelente- me llevé las manos a la cabeza porque en una especie de mesón improvisado, un señor vestido de mamarracho servía patatas asadas. Qué falta de rigor histórico, pensé".

Pues eso, Águila Roja es el mercadillo medieval de la televisión, de ahí su éxito. Tomarse una cerveza en una bancada de madera incómoda no mola demasiado; pero si el que te la pone va disfrazado de Sancho Panza mola. En la tele, lo mismo. Un superhéroe español y ninja es un poco tontería, pero si le pones heno en el suelo, la cosa gusta a nuestros hijos.

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7 Comments:

Blogger El Teleoperador said...

Por no hablar de los más vicisitúdicos chistes del primer episodio: "Qué largo se me está haciendo este siglo XVII" y "Puedo ordenar sus cosas, su ropa, su casa... ¡Seré su ordenador personal!" Sólo faltó un jarl.

02 marzo, 2010 19:22  
Anonymous Anónimo said...

eso es lo que hace falta, copón, valientes que como Piere y el Teleoperador que reconozcan que ven Aguila Roja!
que somos seis millones!!!, venga cobardes, a dar la cara y a decir la vedad, que no os conformáis con Perdidos....
Anónima

02 marzo, 2010 23:34  
Blogger Unknown said...

eh Pierre me he reido y he disfrutado con tu descripción dl Zorro español como le llamo yo, y veo que no soy el único. Por suerte para mi no necesité más que los trailers para llegar mas o menos a la misma conclusión que tu.
Por suerte o por desgracia en Cataluña tenemos en esa franja horaria un programa satírico contra los politicos llamado Polonia, que habla desde la perspectiva de los polacos-que somos los catalanes, vaya- de los politgiqueos catalano-españoles.

03 marzo, 2010 19:10  
Anonymous Anónimo said...

Polonia es muy bueno pero es mucho mejor Cracovia!
...y me parece que Pierre tampoco se lo pierde...(viva la tele por satélite!)

Anónima

04 marzo, 2010 15:59  
Anonymous Antiz.pt said...

Aguila Roja engancha, la ve todo el mundo y el que no la ve acabará viendola.

09 julio, 2013 17:39  
Anonymous bikelec.es said...

Al principio era receloso de ver una serie española que no fuera de risa(aquí si que no tenemos rival) pero al ver que tantos amigos la seguian, he tenido que rendirme a la evidencia y engancharme como todo hijo de cristiano.

09 julio, 2013 17:41  
Anonymous David Llano said...

Que bueno Aguila roja, mas capitulos ya!

09 julio, 2013 17:46  

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