yo la tengo
El tiempo tiene muchas cosas, la mayor parte malas, como la no ya tan incipiente tripilla, la sensación de estar de vuelta de algunas cosas (véase el post anterior, que pronto tendrá secuela) o, como dice polako, esas cuentas en plan “me quedan para tener xx años menos años de los que me han pasado desde que tenía xx”. Pero también cosas buenas, como que tiende a poner a cada uno en su sitio.
El sábado Yo la Tengo tocaban en Madrid. Justo 22 años antes, el 2 de diciembre de 1984, si no mintieron, Yo la Tengo hacía su primer directo. Por eso arrancaron con la primera canción que tocaron aquel día. Ahí estaban los tres, Ira, James y Georgia, supongo que igual que hace 22 años, con esa pinta de personajes de Clerks, de dependientes de la tienda de cebos para pesca de un pueblo del Medio Oeste, con sus canciones melódicas y ruidosas. Decir que Yo la Tengo es un buen vino, que mejora con la edad, o que envejece muy bien, sería mentira, además de un lamentable tópico. No, lo que pasa con Yo la Tengo es que cada vez que les ves o les oyes, y cada vez que ves y oyes a otros, te das cuenta de lo buenos que son y de la diferencia con aquellos que tuvieron un momento de algo que parecía gloria.
El sábado empezaron bien, con esa canción citada, pero luego flojearon con temas del útimo disco. Que no está mal, pero queda lejos de los buenos. Lo nota el público, y hasta que no empezaron con Tom Courtenay la cosa pintaba más bien floja. A partir de ahí fue como siempre. Canciones más punkis que el mejor grupo punki, canciones más melódicas que las de cualquier grupo pop y esos temas que duran casi 10 minutos en los que los instrumentos van y vienen, se separan y se juntan otra vez. Luego tienen sus momentos, como cambiar de instrumentos, sacar a un menda con gafas a silbar (sí, silbar) ‘little corner of the world’ o a otros colaboradores que parecían haber pasado por un casting “quién es el más friki de New Jersey”. Tocaron una sólo con percusión y, cuando el roadie de turno se animó a ponerse a una de las baterías le dejaron tocando solo y puteado delante de 2.000 personas. En el primero de los tres bises se marcaron una versión de Arthur Lee, que también tocaron en su primer concierto..
aquí, James el sábado con sus amiguetes detrás
El sábado Yo la Tengo tocaban en Madrid. Justo 22 años antes, el 2 de diciembre de 1984, si no mintieron, Yo la Tengo hacía su primer directo. Por eso arrancaron con la primera canción que tocaron aquel día. Ahí estaban los tres, Ira, James y Georgia, supongo que igual que hace 22 años, con esa pinta de personajes de Clerks, de dependientes de la tienda de cebos para pesca de un pueblo del Medio Oeste, con sus canciones melódicas y ruidosas. Decir que Yo la Tengo es un buen vino, que mejora con la edad, o que envejece muy bien, sería mentira, además de un lamentable tópico. No, lo que pasa con Yo la Tengo es que cada vez que les ves o les oyes, y cada vez que ves y oyes a otros, te das cuenta de lo buenos que son y de la diferencia con aquellos que tuvieron un momento de algo que parecía gloria.
El sábado empezaron bien, con esa canción citada, pero luego flojearon con temas del útimo disco. Que no está mal, pero queda lejos de los buenos. Lo nota el público, y hasta que no empezaron con Tom Courtenay la cosa pintaba más bien floja. A partir de ahí fue como siempre. Canciones más punkis que el mejor grupo punki, canciones más melódicas que las de cualquier grupo pop y esos temas que duran casi 10 minutos en los que los instrumentos van y vienen, se separan y se juntan otra vez. Luego tienen sus momentos, como cambiar de instrumentos, sacar a un menda con gafas a silbar (sí, silbar) ‘little corner of the world’ o a otros colaboradores que parecían haber pasado por un casting “quién es el más friki de New Jersey”. Tocaron una sólo con percusión y, cuando el roadie de turno se animó a ponerse a una de las baterías le dejaron tocando solo y puteado delante de 2.000 personas. En el primero de los tres bises se marcaron una versión de Arthur Lee, que también tocaron en su primer concierto..
aquí, James el sábado con sus amiguetes detrás
El público fue más numeroso que otras veces. Llenaron la Riviera, y en Aqualung, bastante más pequeño, dejaron huecos hace tres años. Aunque se veía a más gente muy preocupada por su atuendo (los que miran el concierto inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado), la mayoría eran, o éramos, los de siempre, tan variados como las canciones.
Pues eso, que son tan buenos músicos como antiestrellas. Al terminar estuvieron un buen rato firmando entradas y hablando con la gente. Encantados de la vida. Lo único, que no tocaron Detouring America with Horns. Que tampoco está en youtube, cachis en la mar, de modo que les dejo con Tom Courtenay, una de mis preferidas.
Pues eso, que son tan buenos músicos como antiestrellas. Al terminar estuvieron un buen rato firmando entradas y hablando con la gente. Encantados de la vida. Lo único, que no tocaron Detouring America with Horns. Que tampoco está en youtube, cachis en la mar, de modo que les dejo con Tom Courtenay, una de mis preferidas.
No hay nada como ver a Yo la Tengo con la mejor compañía posible.
Etiquetas: planet of sound
8 Comments:
Simplemente son el mejor grupo que he escuchado jamás. si fueran futbolistas se diría de ellos lo que dicen en la ser de iniesta, que son los mejores, pero no son mediáticos.
y para mí, el último disco tiene momentos sublimes. esa going home, o the story of yo la tango, o the race is on.
dan ganas de hacerse amigo suyo.
Me encantó! La verdad es que son muy buenos y consiguieron que me lo pasara muy bien.
Por cierto, lo mejor de todo fue verles firmando camisetas como si nada, después de más de dos horas de concierto!
Insisto: me encantó. Gracias.
ANÓNIMA
Por cierto...que nervioooooos! Suerte esta noche. Nos vamos a comer a los alemanes esos!.
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"ladeando ligeramente la cabeza hacia un lado", menos mal que no ladean la cabeza hacia el centro. Me ha hecho gracia.
Sobre Yo La Tengo yo los ví en el 99 en Santiago y fué un concierto realmente cojonudo.
¡Sí, oh, sí!
¡Gracias, Ronaldinho!
¡Por todo!
¡¡¡¡¡¡¡Síííí!!!!!!!
joer, jeremías, eso ha sido un orgasmo, no?
FDO: Una Anónima culé
y sabes por qué nos parecen tan buenos, tan, tan buenos. Porque son muy honestos, muy, muy honestos, y además son buenos.
A mi YLT nunca me han decepcionado en concierto. Y en disco, casi que tampoco. El último, aparte de tener un título genial, es una especie de compendio de todas los palos que dominan Georgia, Ira y James. Que son muchos, por cierto.
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