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Y allá van de nuevo...

lunes, julio 30, 2007

urban art

El otro día, en las escaleras mecánicas del metro de Madrid. “Expaña paraíso del pederasta”. Concretamente, en el pasamanos de las escaleras mecánicas de la estación de Gran Vía. Ahí reside la etiqueta-denuncia. Incansable, emerge de las entrañas de la escalera una vez tras otras con su apocalíptico mensaje. Primero, la ruptura de España implícita en ese término, Expaña (Ex_España). Expaña, zETAp, Pri$OE, Polanko, Rub-al-Qaba, progretarra, islamofascista… la afición de la caverna hispánica por los acrónimos, esa especie de lenguaje paralelo que se montan como los de la naranja mecánica (por cierto, la peli más sobrevalorada de la historia del cine) es algo cuyo origen me encantaría comprender. Pongan Expaña en Google y encontrarán un buen surtido de desquiciados exponentes del nacionalcatolicismo patrio, cada uno con su particular y enternecedor aroma a telepredicador americano de cadena local. Pero tras el identificador viene la denuncia. El paraíso de pederastas. Así, sin más explicación. Deduzco que la situación es tan flagrante que sobran las explicaciones, o quizá sea sólo un ardid para llevar al transeúnte a pensar si, realmente, Expaña es un paraíso de pederastas.

Pero la razón de esta entrada no está en el mensaje porque, al fin y al cabo, un país como éste da para mucho. Es el medio lo que me llama la atención. La etiqueta, de esas que se vendían pegadas en una sábana de plastiquillo beige. La versión 80’s de las que nos manda Hacienda o de las que vienen en las cartas del banco. Por la posición de la etiqueta descarto que escribiese sobre ella una vez pegada en el pasamanos. Se la trajo puesta. Ahora, no sé si se compró una sábana con centenares de etiquetas y se dedicó a escribir con rotulador y tozuda reiteración “Expaña paraíso de pederastas” antes de sembrar la ciudad de su verdad en un recorrido que, en algún momento, pasó por las escaleras de salida del metro Gran Vía. O posiblemente, para no dar el cante, tiene en su casa la sábana con el eslogan y antes de salir recorta cuidadosamente con unas tijeritas una o varias etiquetas para distribuirlas sin ser visto. O quizá su cruzada no es sólo contra el paraíso del pederasta, quizá su afán redentor explora otros caminos, y tiene en casa etiquetas sobre el botellón o el Estatut. Una maravillosa fusión de tertulia y arte urbano, muy apropiada para Madrid al fin y al cabo.

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miércoles, enero 10, 2007

Cuerpo danone

Uno de nuestros blogs favoritos, El sabor del cerdo agridulce, ha optado últimamente por hacer sociología urbana a partir de pintadas que fotografía a pie de calle, en plan reportero de guerra con los bajos de los pantalones impregnados del barro de la trinchera. Pierre Nodoyuna también piensa que te enteras más de qué pasa con las pintadas que con los periódicos. Una vez, hace muchos años, vi una en Madrid que ponía, "Polanco cabrón", y me quedé bastante a cuadros. Por el aspecto teórico del asunto, que dirían en Amanece que no es poco. Iba con Jordi. y este verano, al lado de casa de los padres de Jordi, en Barcelona, me enseñó esta espectacular pintada. No recuerdo el contexto, esto es, la actividad comercial del local de marras.


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