Yo suelo pensar que los medios de comunicación de lo que queda de España no son lo que parecen. Que las portadas de los periódicos y las terutulias conforman de una vanguardista instalación, una performance de esas, aunque también podrían formar parte de un experimento antropológico, o ser el resultado de las decisiones de un conciliábulo de drogadictos movidos por el tan española "no hay huevos de..."
Aunque, últimamente, creo que se trata más bien de escritura automática. Les explico, o mejor dicho el wikioráculo: "Escritura que no proviene de los pensamientos
conscientes de quien escribe. Es una forma de hacer que aflore el subconsciente. Consiste en situar el
lápiz sobre el
papel y empezar a escribir, dejando fluir los
pensamientos sin ninguna coerción moral, social ni de ningún tipo. En ocasiones se realiza en estado de
trance, aunque no es necesario que sea así. Su propósito es vencer la censura que se ejerce sobre el
inconsciente, merced a unos actos creativos no programados y sin sentido inmediato para la consciencia, que escapan a la voluntad del autor. Entonces compone directamente el inconsciente, liberado de la censura."
Pues eso, usted mezcle cualquier elemento de la vida cotidiana y piense si es del PSOE o del PP. Y escriba. Como Luke: "no pienses, opina".Alrededor del 11M (
ya saben, el reloj de los terroristas), del
pacto para entregar Melilla o de la conspiración
judeomasónica 2.0, en la que los judíos dejan de tener cuernos y rabo para ser un puntal de la civilización. Y, supongo, que es por este homenaje permanente a André Breton por lo que los versículos automáticos se repiten como un mantra por un porcentaje de la población, mientras el resto asume como parte de la meteorología este nuestro rico, plural acervo político, como si decir que la tierra es plana fuese 'una opinión'.
Pero a mí me gustan las cosas íntimas, genuinas, sin mancillar. Las pequeñas y virginales conspiraciones de andar por casa. Particularmente esta publicada por El Economista. O cómo convertir el "no sabe usted con quién está hablando" al madero de turno en una operación orquestada desde las altas esferas porque, claro, el CNI necesita saber con quién habla la responsables de las páginas de opinión del citado diario. La información venía acompañada de una infografía con el mapa de la persecución. Atentos en especial a la presteza con la que es desmontada la versión oficial. La víctima, por cierto, fue entrevistada en directo por Federico, ese adalid de la libertad.
Tras la caída del Telón de Acero, las historias de espías parecían haber quedado como argumento para largometrajes de acción. Sin embargo, en la madrugada del pasado 3 de enero, tuvo lugar un incidente que bien podría servir de hilo argumental en una película del famoso Agente 007.Una historia rocambolesca ocurrida en pleno centro de la capital de España y que, a pesar del tiempo transcurrido, no tiene todavía una explicación institucional. La responsable de opinión de elEconomista y colaboradora del programa “La Linterna” de la Cadena Cope, María Claver, abandonaba las instalaciones de la emisora en lamadrileña calle Alfonso XI tras participar en el citado espacio, dirigido por César Vidal. Minutos después la periodista detectaba cómo otro coche parecía estar realizándole un seguimiento sospechoso. Pasados unos minutos, el vehículo aceleró hasta situarse junto al coche de la periodista y, mostrando lo que parecía una placa de PolicíaNacional, le ordenó la detención inmediata del vehículo.
Una vez que los dos coches quedaron detenidos en la céntrica calle Velázquez de Madrid, del vehículo se bajaron dos individuos—un hombre y una mujer, no uniformados— y, acercándose a la ventanilla del conductor, exigieron a Claver que extrajera las llaves del contacto y se las entregara, alegando que había cometido una grave infracción de trafico, lo que les había llevado a considerar su conducta como “sospechosa”. Ante la negativa de la responsable de opinión de este diario a hacerlo, y tras solicitar que se personara una patrulla de la Policía Local que acreditase la veracidad del control policial, los agentes —notablemente exaltados— amenazaron con tomar medidas si continuaba resistiéndose a la autoridad: “Te puedes meter en un lío” le advirtieron. Una reacción que forzó a Claver a la entrega de su carné de identidad, así comode las llaves del vehículo, para proceder a su identificación. En ese momento, y mientras su compañero hacía las comprobaciones oportunas, en el transcurso de una conversación con la periodista, la agente reconocía haber seguido a su coche desde la misma puerta de la Cadena Cope (y no desde la calleVelázquez como habían asegurado en un primermomento), lo que desmontaba la versión oficial. Un reconocimiento que ponía en evidencia las razones alegadas por ambos agentes para justificar el seguimiento y la intervención policial.
De momento, no se ha producido ninguna respuesta por parte de las autoridades competentes. Este diario se mantiene a la espera de que la institución responsable, en este caso el Ministerio del Interior, aclare los pormenores, la naturaleza y las razones que llevaron a dos agentes de la Policía Nacional a efectuar este seguimiento a María Claver. elEconomista ha decidido enviar una solicitud de aclaración a este Ministerio porque espera conocer los detalles de lo ocurrido antes de tomar la iniciativa procesal. Asimismo, desde algunos medios de comunicación —incluida la propia Cadena Cope— se ha exigido al actual ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se den las explicaciones pertinentes que contribuyan a aclarar el incidente y acabar con las especulaciones sobre la posibilidad de que este grave suceso se enmarque en una estrategia de seguimientos ilegales a diferentes periodistas.
Eso por no hablar, claro, de la fotografía de apertura del Magazine de El Mundo, de la que aún me estoy recuperando. Rosa Díez, vestida de Agustina de Aragón:
Y, para rematar, La Foto de 2008.
Los Alcántara de la Zarzuela o el Cuéntame borbónico. Gloriosa. Echo de menos, eso sí, el mapa de físico de España, la bandera y la foto de Franco, amén de un papel de la pared con motivos ingleses y una ventana de cristal esmerilado de color amarillo. Lo demás, lo tenemos. El revestimiento de madera en la parte de abajo de las paredes que, joder, es del bar donde los taxistas hacen las comidas elegantes. La infanta de la cabeza menos gorda, sacada del Florido Pensil y vestida de negro para más inri, el jersey de Escorpión de la Leti, las sillas son de heredero al trono de Malaisia (deberían ser de sky), una mesa camilla cubierta por un escalofriante tejido rosa de textura inimaginable y, ah, la concesión a la campechanía, un jersey de sociata anterior a Naranjito pero sin coderas. Y un pantalón que podría ser de pana. El momento crepuscular de la familia unida, con los Juegos Reunidos (porque son unos Juegos Reunidos, ¿no?) y los libros viejunos sobre la mesa. Camilla, claro. Me pregunto dónde habrán ido a buscar todos estos objetos extraños. Me pregunto, también, si el atrezzo comprendía también un suelo de plástico que imita parqué, el graduado escolar enmarcado y colgado en el pasillo, un Cristo de plástico que imite marfil sobre la cama, un paragüero dorado y una folclórica en algún punto del mueble de madera oscura en el que está incrustada la tele.
Mucho hemos tardado en conocer la verdadera catadura de los borbones, gente sospechosa, de mucho fornicio y poco sacrificio como corresponde a su origen gabacho, pero a los 40 años el Príncipe gracioso nos lo ha aclarado: son una familia de los interiores del Barrio de Salamanca.
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