Cuesta acostumbrarse
Políticos hijos de puta -las cosas como son, tú, el que es un hijo de puta es un hijo de puta y punto- que enredan con la vida o la muerte de gente a la que jamás han visto para justificar posiciones ideológicas, escarmentar a infieles o, simplemente, sembrar mierda, es algo a lo que creo que nos hemos acostumbrado, algo que seguiremos soportando hasta que descubramos la forma de vivir en la tierra de los elfos.
Que a cambio de una palmadita en la espalda o un "lo estás haciendo muy bien, chaval", haya periodistas dispuestos a acusar de lo que sea a quien haga falta sin importar los hechos no las consecuencias (atentos a la imparcial, desinteresada y proporcional, en relación a las acusaciones, redacción de la noticia), prostituyendo la libertad de prensa es algo a lo que, lamentablemente, uno se va acostumbrando.
A que cuando acaba el juicio aquí no haya pasado nada , y con nada me refiero a ese "y esto a quién le importa", es algo a lo que cuesta acostumbrarse. Que los médicos no se atrevan a sedar a los madrileños terminales porque una vez denuncia anónima, anónima, acusó a ocho médicos de 400 asesinatos, que se dice pronto, 400 asesinatos; una denuncia anónima sin una sola prueba firma que como un solo hombre políticos, periodistas y opinadores hicieron suya... es una verdad un poco chunga.
Y, sí, ya sé que soy un poco pesado con esa cosa llamada "el mundo", pero es que cuesta acostumbrarse a este país. Sobre todo porque alguien pensará que hay una especie de Soviet Supremo que decide las líneas de la propaganda, pero ni siquiera hace falta eso. En todos los medios españoles, en todos, el sesgo más ciego y brutal, las mentiras más deleznables, no vienen de arriba, sino de abajo, de las ganas de agradar del joven pandillero que pega con más saña que nadie cuando en su ritual de iniciación toca meterle una paliza a alguien que pasa por la calle. Eso es lo jodido.
Que a cambio de una palmadita en la espalda o un "lo estás haciendo muy bien, chaval", haya periodistas dispuestos a acusar de lo que sea a quien haga falta sin importar los hechos no las consecuencias (atentos a la imparcial, desinteresada y proporcional, en relación a las acusaciones, redacción de la noticia), prostituyendo la libertad de prensa es algo a lo que, lamentablemente, uno se va acostumbrando.
A que cuando acaba el juicio aquí no haya pasado nada , y con nada me refiero a ese "y esto a quién le importa", es algo a lo que cuesta acostumbrarse. Que los médicos no se atrevan a sedar a los madrileños terminales porque una vez denuncia anónima, anónima, acusó a ocho médicos de 400 asesinatos, que se dice pronto, 400 asesinatos; una denuncia anónima sin una sola prueba firma que como un solo hombre políticos, periodistas y opinadores hicieron suya... es una verdad un poco chunga.
Y, sí, ya sé que soy un poco pesado con esa cosa llamada "el mundo", pero es que cuesta acostumbrarse a este país. Sobre todo porque alguien pensará que hay una especie de Soviet Supremo que decide las líneas de la propaganda, pero ni siquiera hace falta eso. En todos los medios españoles, en todos, el sesgo más ciego y brutal, las mentiras más deleznables, no vienen de arriba, sino de abajo, de las ganas de agradar del joven pandillero que pega con más saña que nadie cuando en su ritual de iniciación toca meterle una paliza a alguien que pasa por la calle. Eso es lo jodido.
11 Comments:
Ahí va un extracto de una entrevista con Luis Montes que publica hoy El País. No hace falta decir más:
P. Sí, espero sentar a Lamela en el banquillo. No sé si por denuncia falsa o por unas declaraciones en las que hablaba de sedaciones no indicadas y en dosis excesivas con resultado de muerte. Eso es llamarnos asesinos.
P. ¿Y si le piden perdón?
R. A mí que no me pidan perdón, que no se lo voy a conceder. Que pidan perdón a los familiares de tantas personas que han muerto con dolor por su culpa. Porque después del caso Lamela, la gente ha muerto peor, sufriendo y con los familiares pasándolo mal.
P. Dice que se muere peor.
R. Sí, eso nos dicen. Morir dormido debería ser un derecho cívico, pero hay médicos que se encarnizan, que insisten cuando no hay nada que hacer y el paciente sufre. Y eso también es un delito.
Anónima
totalmente de acuerdo. Aunque, me temo, el sesgo desde abajo, la autocensura, es un mal que afecta no sólo a los periodistas sino a todos los empleos, o acaso callar y no llevar la contraria sosteniendo la posición razonable la de arriba por miedo a la reacción no es una muestra de lo mismo.
en todo caso, políticos hijosdeputa (hay que decirlo más)
No sé si el servilismo será un rasgo propio de este país sólamente pero desde luego ese "¡vivan las caenas!" nos va a joder la vida un rato largo. Para cualquier cambio social en este contexto hará falta que la gente cobre conciencia de su propia responsabilidad sobre su propia vida y que para detener cualquiera de estos putos despotismos se empieza siempre diciendo que no.
Muy buena entrada, Pierre.
Aunque me temo que llueve sobre mojado... tanto en lo referente a "la voz de su amo" como a la excasa calidad moral de los políticos.
Normal, el pelota rastrero siempre ha sido muy popular en España. Será porque la mayoría de ellos aún no se han enterado de que Roma no paga a traidores.
Son parte de la fauna de este país, lástima que el buitre leonado esté en peligro de extinción y ellos no, carroñero por carroñero me quedo con los que vuelan alto y no sobrevolando los vertederos.
Lo único que espero de este asunto es que los difamadores reciban un poquito de lo suyo. Creo que el Doctor Montes tiene preparadas una serie de querellas contra esta panda de hijos de puta.
..pues que vayan preparando otra para el chuloputas/vendedor de El Corte Ingles llamado Güemes, que ha dicho que el cese de Montes estaba justificado y que las urgencias de Leganés funcionan mucho mejor sin él ni su equipo.
Anónima
Pánico tengo a que vuelvan a ganar. Con ver cómo actúan en la Comunidad de Madrid me figuro cómo loo harán en España.
Nada, nada. Espero que algún día os toque de guardia el Dr. Montes. ;D
Ah, por cierto, que el Colegio de Médicos de Madrid afirma de la existencia de mala praxis médica en muchos de los casos del tal Montes. Pero claro, es que deben ser todos una panda de fascistas.
A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.
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