eurocopa 2008

Está claro. España es firme candidata a ganar la Eurocopa 2007. ¿Por qué? Por su entrenador, Luis Aragonés. El sabio de Hortaleza, pues no hay más sabio que el que dona sistemáticamente toda su fortuna al casino para obligarse a sí mismo a seguir trabajando hasta que la dentadura no dé más de sí. Porque la selección ya no existe, sólo existe Raúl o no Raúl, y porque el dadaísmo nacional ha llegado al extremo de pedir una letra para tener algo que cantar en el fútbol, elegir la de un parado de Granátula de Calatrava, que así se llamaba el pueblo original del hombre, y crear una especie de canción de fuego de campamento. Una pena, la verdad, que la descartasen, pues un servidor mataría por ver a Albelda entonando la epopeya a la libertad y la democracia del pueblo español, forjada en dos siglos de guerras civiles y golpes de Estado.

Por fin del barro está surgiendo la esencia de España, y sólo desde las entrañas podemos ganar algo. Luis Aragonés con su verbo grácil. "No pretenderá que algo que yo dije en un momento dado me condicione en el futuro". "Dígale al negro 'soy mejor que usted" "Oleguer ha ganado tantos mundiales como Raúl". Desde que se marchó Javi Clemente, que ahora por cierto parte está a partir un piñón con Ahmadineyad, lo que daría por verles juntos, España no había estado tan cerca de la gloria. Está casi hecho. Estaría más hecho, no obstante, si Michel 'me lo merezco' comentase los partidos. Entonces no habría ni un atisbo de duda: "No ha sido gol porque se ha ido fuera".

O, dicho de otro modo, por la RBBE: "Nuestro himno, la Marcha Granadera, ya tiene una letra muy buena: el callarse la puta bocaza por una jodida vez. Además, ser español podrá tener muchos significados, pero hay uno que los resume todos: la vergüenza. Por tanto, la letra del himno de España es la voz solemne de la más profunda indignación: el silencio. Es como el padre que tiene un hijo heroinómano. Al principio mucha escandalera, tras desengancharlo en el Proyecto, un disgusto terrible la recaída, y a la tercera, cuando vuelve a reincidir, nada, el silencio. Eso es ser español. Ese padre. No en vano, en España si hay un sentimiento unitario es el de la vergüenza".