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Y allá van de nuevo...

viernes, octubre 20, 2006

Sobrecogedores 2.0

Crítica destructiva del mundo periodístico (v)

El confidencial


Los sobrecogedores son una especie endémica del periodismo español, muy extendida cuando la gente compraba periódicos y que ha renacido de sus cenizas de la mano de internet. El término sobrecogedor viene del acto de extensión del antebrazo en dirección al jefe de prensa de una importante empresa, seguido de la contracción de los tendones que accionan los dedos para atrapar entre pulgar e índice un sobre lleno de pasta y la posterior contracción, esta vez del codo, para introducir el sobre en el bolsillo interior de una americana pasada de moda.

Esta especie había quedado un tanto relegada hasta hace unos años, si bien quedaban algunos ilustres ejemplares. Luis María Ánson, uno de los inventores y perfeccionadores del género (en el tiempo que le dejaba piratear y copiar la señal de agencias de noticias competidoras) nos dejó uno de los últimos ejemplos allá por 2001 o 2002, cuando pasó un verano entero zurrando a la familia Hinojosa, entonces propietaria de Cortefiel, en un ascensorito con foto que tenía en la página 6 o 7 de de La Rázon. Un día dejó de hacerlo, supongo que sobre o publicidad mediante. Era, sin embargo, el canto de cisne de una gloriosa época ante la pujanza de las nuevas generaciones. Ya nos dicen nuestros amigos liberales que el capitalismo recompensa a los emprendedores, y así los sobrecogedores descubrieron internet. Y nacieron los confidenciales.

El mecanismo ha cambiado poco. Quizá sólo en la mejora de la eficiencia. Si antes hacía falta una redacción, una imprenta y furgonetas de distribución para sacar el trabuco, ahora vale con un dominio web y un par de becarios. Hay que ser hábil para registrar el dominio, con algo como "confidencial de lo confidencial". A partir de ahí, lo típico. Que fuentes bien informadas nos han contado que tal, que si en los corrillos no se dice otra cosa que cual, que si en una comida se negoció tal cosa... Y a esperar la llamadita del jefe de prensa. El jefe de prensa llama, se le pide una comida en un sitio caro, se le da plantón un par de veces (mientras se siguen inventando barbaridades sobre la empresa en cuestión) y en la comida se acordará poner un banner a cambio de tal o cual cantidad de pasta.

Es una salida profesional más. El otro día andaba con una gente y hablaban de un periodista más bien viejuno (al que yo no conocía) y, al preguntar a qué se dedica, dijeron "tiene un confidencial". Como quien dice "ha puesto una casa rural", "se dedica a sus labores" o "se fue a India y se quedó con un tripi". Y dirán ¿por qué se entra al trapo? Pues porque los jefes de prensa son de la misma pasta que los de los confidenciales. La mecánica de trabajo de los jefes de prensa, en todo caso, se parece a la de los sobrecogedores cual gotas de agua, sólo que en vez de intoxicar al público por dinero intoxican a los periodistas por dinero. Comen marisco y se van de putas juntos, y de hecho el proceso de chantaje antes descrito no es siempre necesario. El sistema capitalista tiene sus resortes de autoajuste, de forma que la mayor parte de los confidenciales acaba, a los pocos meses, con banners de todas las empresas que pueden pagarlos y un pacto de no agresión entre hombres de honor.

Llega entonces la segunda fase, que consiste en llenar el hueco de la pantalla con algo distinto a las mentirijillas que han procurado el banner. El jefe de prensa necesita camuflar el chantaje como publicidad y, de paso, seguir pasando la Visa de empresa en el puticlub con la excusa de reunirse con los medios. En todo caso, dado que en el modelo de negocio del confidencial la información es una actividad secundaria, se rellenan pixels como se da contenido a las conversaciones de bar: insultando al Gobierno o al alcalde (éstos no pagan sobornos), contando chascarrillos de famosos y hablando del Real Madrid.

Dirán que no todos los confidenciales sin iguales. Y es cierto. Volviendo a las virtudes del capitalismo, uno de los problemas de un mercado (en este caso el del banner-trabuco) con pocas barreras de entrada es el exceso de jugadores. A medida que todos los ex jefes de prensa o ex periodistas montan chiringuitos, nace la competencia. Algunos confidenciales caen en la cuenta de que posiblemente puedan sacar un trabuco más grande si les lee más gente, y de que les leerá más gente si llenan más huecos divagando sobre la ruputura de España o el futuro de Raúl. Para eso contratan trozos de carne con dotes para teclear letras con una cierta coherencia. Otros piensan que el trabuco puede ser, aún, mayor, si alguna noticia (una al mes, o una por trimestre) de las que se publica tiene alguna lejana relación con la realidad, para lo que contratan supuestos periodistas "con firma" que den una manita de pintura a sus presuntas informaciones. Sin embargo, al entrar en el apartado del periodismo de investigación se contraen las enfermedades asociadas, esto es, el copio pego sin citar estilo Melchor Miralles, la transcripción de notas de prensa como si fuesen fuentes sacadas del mismo infierno, la creación de tramas, consipiraciones y pactos a partir de la nada y, en general, la ocultación de la ignorancia con la retórica arrogante del conocedor omnisciente que reparte entre el vulgo apenas unos retazos de su prosapia.

Capítulos anteriores:

Periodismo taurino
Periodismo de investigación
Periodismo deportivo
La tertulia

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23 Comments:

Blogger Dr. Malcolm said...

amén compañero.

20 octubre, 2006 13:39  
Blogger Illuminatus said...

Hmmmmm, nunca he tenido demasiado aprecio por el periodismo como profesión pero sus artículos, señor Nodoyuna, me están dejando helado.

21 octubre, 2006 00:40  
Blogger Pedro said...

Genial, Pierre!!!

23 octubre, 2006 12:13  
Anonymous Anónimo said...

La transformación del oficio de periodista a rellenador de huecos entre páginas de propaganda ya comenzó hace mucho tiempo (en algún escrito Umberto Eco ya lo describía perfectamente). Ahora los esfuerzos parece que van dirigidos a perfeccionar y adaptarse a los tiempos y tecnologías.

Buen artículo.

24 octubre, 2006 16:43  
Anonymous Anónimo said...

Hablas sin pruebas, citando a amigos y suponiendo hechos que implican a nombres conocidos del sector periodismo.

24 octubre, 2006 17:00  
Blogger El Teleoperador said...

A Guille: si entras en un blog como usuario anónimo (que es lo que tú has hecho), estás perfectamente legitimado para decir estupideces como la que has dicho. Haz acusaciones con tu nombre, sin él, no hagas acusaciones o cántanos una sardana, que ya me encargaré yo de leer o ignorar tu aportación, así como ignoro la de los estúpidos feligreses del DNI, como tú.

Y perdona, Pierre: tu artículo, fantástico... Como siempre.

24 octubre, 2006 20:51  
Blogger abobriga said...

Como está el patio jeje

24 octubre, 2006 21:13  
Anonymous Anónimo said...

Muy buen artículo, sí señor. Hasta me he puesto a leer los anteriores de la serie, que se me habían pasado.
Por cierto,el enlace de "Periodismo de investigación" dirige al artículo de "Tertulia". Si lo corriges me ahorras el tener que buscarlo manualmente para leerlo :)
Un saludo

24 octubre, 2006 22:32  
Anonymous Anónimo said...

Pierre: Te felicito por esta serie de artículos y apostillaré algo más. El Diario As es cliente mio en cierta área y he podido conocer a una parte de su plantilla. Tienes razón respecto a que los así llamados "periodistas deportivos" no son, ni más ni menos, que los amiguetes de los jugadores, entrenadores o presidentes de turno. Se van de putas, se drogan juntos, etc.
Hay otra cosa. Desafortunadamente yo te he transmitido un "rumor" aunque creo que bien fundamentado. Lo que dices de Ansón es otro rumor (creo que también fundamentado) pero te añadiría credibilidad dar un par de detalles más para que seres como los Peones conozcan quién se esconde tras esas fachadas.

25 octubre, 2006 09:39  
Blogger Pierre Nodoyuna said...

Teleoperador, tanto piropo tuyo últimamente me mosquea, no sé si me vas a pedir pasta o algo :)... En serio, no te enfades con guille. Y, guille, gracias también, pero deja que conteste yo.

A ver. En primer lugar esto es un blog personal, no un medio de comunicación. Si me exijen ustedes verificar los datos exíjanselo también, y con el mismo grado de vehemencia, a quien les diga que De la Vega está enrollada con la de deportes del telediario, ¿vale? Por lo demás, no soy yo de lanzar bulos. Obviamente no estaba presente cuando le dieron el sobre a Ánson, pero me jugaría una cena a que las informaciones vinieron de que a la Rázon no le pusieron publi en una campaña. Por otra parte lo de 'citas informaciones de amigos' es alegremente falso. No eran mis amigos; eran, como sugerí y no entendiste, periodistas viejunos. Me jode un poco dar tanta explicación, pero es que me me sorprende lo en serio que se toman este blog, amables lectores.

25 octubre, 2006 11:18  
Blogger Pierre Nodoyuna said...

quettaheru, ya está corregido, eso y un par de erratillas

25 octubre, 2006 11:22  
Blogger Colette said...

Es cierto. Parece que la veracidad que a cierto periodismo le falta, se exige con vehemencia en los blogs.
Supongo que el afán detrás de la mayor parte de blogs es más expresivo y de mero divertimento que divulgativo...
Quizá el problema está en una especie de fe colectiva en lo escrito. Parece que las cosas que se escriben solo pueden y deben ser verdad y no siempre es así.
De hecho, desde mi punto de vista, casi nunca son verdad...del todo.

25 octubre, 2006 12:40  
Blogger Colette said...

Y que conste que, con ello, no quiero decir que se esté usted inventado cosas, señor Nodoyuna.

25 octubre, 2006 12:41  
Anonymous Anónimo said...

A cada uno hay que exigirle lo que promete. Hay ciertos fanáticos del mundo blogger que consideran que los blogs acabarán con los medios tradicionales. Luego que no se extrañen si les exigen cuentas, como les exigen a los medios de toda la vida. Como este blog no amenaza con acabar con ellos, tampoco puede exigírsele nada.

Está bien que todo el mundo pueda ser periodista, o hacer como que lo es; así la gente irá descubriendo que es bastante más difícil de lo que parece.

25 octubre, 2006 13:46  
Blogger Colette said...

Estaría bien que la presión y la exigencia de veracidad a los medios de comunicación tradicionales existiera de verdad.
Sinceramente, creo que se les exige menos de lo que se debería.
Y ahora ya pueden lapidarme por hereje los del gremio.

25 octubre, 2006 14:06  
Anonymous Anónimo said...

Se les exija mucho o poco, la gente sigue viéndolos y leyéndolos, o sea que alguna credibilidad tienen. Por suerte, los blogs y otras muchas cosas ayudarán a que esa exigencia sea mayor. Y esa es una suerte para los periodistas, para los buenos, claro.

25 octubre, 2006 16:54  
Blogger Colette said...

La credibilidad que cada uno esté dispuesto a darle...
Todo depende del espíritu crítico que uno despliegue al leer (o ver).
El problema es que la gente cree que informarse supone adoptar una posición pasiva: me cuentan que una cosita y yo escucho, memorizo y repito a pies juntillas al siguiente de la cadena, sin cuestionar, analizar o criticar el contenido.
Si se adopta una posición activa y se procesa la información sin creer todo a pies juntillas como una verdad revelada, quizá se pueda uno informar de verdad.

Y en cuanto a la lectura de periódicos, desde que descrubrí que el diario más leído con diferencia es el Marca, mi fe en el progreso humano cayó varios enteros...

25 octubre, 2006 17:06  
Anonymous Anónimo said...

"feligreses del DNI"
qué maravilla de término para describir a tanto tonto (sí, Guille, has estado bastante tonto)

me gusta más el comentario del teleoperador que el propio post ;)

26 octubre, 2006 00:26  
Anonymous Anónimo said...

Insistiendo en los riesgos de los bloggers que quieren ser periodistas de salón (vía arcadi.espasa.com):

http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=6376423

27 octubre, 2006 11:35  
Anonymous Anónimo said...

Para sobrecogedoras las entradas de Vidal en la Cope a las 20:00.

27 octubre, 2006 19:28  
Blogger envidin said...

Y los hay en TODOS los géneros periodísticos... taurino, deportivo...

29 octubre, 2006 18:35  
Blogger José Ramón said...

Lo cierto es que casi la práctica totalidad de los periodistas españoles están acostumbrados, desde el franquismo, a recibir órdenes o, en su defecto, sobres. Hay honrosas excepciones, por supuesto, pero son anecdóticas.

Al fin y al cabo, no podemos esperar mucho de unos medios de comunicación sometidos a grandes imperios mediáticos ligados, a su vez, con un determinado partido político. Los ciudadanos deberíamos reclamar nuestro derecho a la información de una vez por todas, y construir unos medios de comunicación libres de presiones políticas y empresariales, y que funcionen democráticamente, al servicio de la gente.

31 octubre, 2006 02:45  
Anonymous Anónimo said...

que resentimiento!!, y todo porque no te llaman de El Corte Inglés para que seas su jefe de prensa.
Tu eterna indignada (is back)

18 noviembre, 2006 18:10  

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