Johnny B Goode
Que alguien toque "Johnny B Goode" y no sea una versión... Presuntamente Robert Johnson pactó con el diablo para aprender a tocar la guitarra como nadie, y después de año y pico desaparecido volvió al delta para cambiar la música. Chuck Berry había nacido sólo unos pocos años antes, en el 26, y ha hecho dos pactos con el diablo. Uno, como el de Johnson, para ser el padre del rock y otro para, con 81 años y medio siglo de conciertos, tocar en Burgos, en una carpa de circo montada al lado de un campo de fútbol donde los ecuatorianos van a jugar los domingos.
Bien calentada, eso sí, aunque el domingo por la noche se había ido momentáneamente ese entrañable viento helado que los aborígenes denominamos con la expresión "pues parece que hace fresco". No se crean que le sentaron en el escenario y le pusieron una guitarra; qué va, se mueve más que todos los cantantes de brit-pop del año 96 hasta aquí juntos, y acaba invitando a las chavalas a subir al escenario. Raro este concierto en Burgos, sí, y también la gira. Parece un sorteo de la Uefa: Amberes, Odense, Tenerife... y Burgos. El tío que tenía yo delante se fumó una faria.
No sé si el tocar en estos sitios es necesidad o virtud, pero gracias. No habían venido los príncipes ni la tele ni nada, pero son los conciertos que molan, los que no sabes cómo van a salir. Rock del bueno. Tocado despacio, pero con esa vibración y ese ritmo que tiene el sonido viejuno. En la banda, una chavala de aúpa, de la familia, que cantaba, bailaba y tocaba la armónica mejor que bien. Y poco más me sale, señores, cuando uno ve tocar en su pueblo al tío más influyente en la historia del rock el "qué tal" de después suena un poco vacío. Me he tragado muchos conciertos, si son buenos cada uno lo es por una cosa. El de ayer no era sólo por quién estaba en el escenario, se lo aseguro. Pero, demonios, sí, es ver la historia, la esencia del rock, es pensar en esa misma persona en los años 50 tocando esas mismas canciones, que son las que salen de dentro y las que salvan a la gente. No es algo fácil de ver.
PD.- Antes de Chuck, por cierto, estuvieron Soulutions, una especie de Blues Brothers de la meseta, y muy bien.
Bien calentada, eso sí, aunque el domingo por la noche se había ido momentáneamente ese entrañable viento helado que los aborígenes denominamos con la expresión "pues parece que hace fresco". No se crean que le sentaron en el escenario y le pusieron una guitarra; qué va, se mueve más que todos los cantantes de brit-pop del año 96 hasta aquí juntos, y acaba invitando a las chavalas a subir al escenario. Raro este concierto en Burgos, sí, y también la gira. Parece un sorteo de la Uefa: Amberes, Odense, Tenerife... y Burgos. El tío que tenía yo delante se fumó una faria.
No sé si el tocar en estos sitios es necesidad o virtud, pero gracias. No habían venido los príncipes ni la tele ni nada, pero son los conciertos que molan, los que no sabes cómo van a salir. Rock del bueno. Tocado despacio, pero con esa vibración y ese ritmo que tiene el sonido viejuno. En la banda, una chavala de aúpa, de la familia, que cantaba, bailaba y tocaba la armónica mejor que bien. Y poco más me sale, señores, cuando uno ve tocar en su pueblo al tío más influyente en la historia del rock el "qué tal" de después suena un poco vacío. Me he tragado muchos conciertos, si son buenos cada uno lo es por una cosa. El de ayer no era sólo por quién estaba en el escenario, se lo aseguro. Pero, demonios, sí, es ver la historia, la esencia del rock, es pensar en esa misma persona en los años 50 tocando esas mismas canciones, que son las que salen de dentro y las que salvan a la gente. No es algo fácil de ver.
PD.- Antes de Chuck, por cierto, estuvieron Soulutions, una especie de Blues Brothers de la meseta, y muy bien.
Etiquetas: planet of sound
5 Comments:
Chuck Berry en concierto... eso debe de ser como ir a otro planeta, volver y ver que todo es como antes, pero diferente. O como que vaya Da Vinci a tu casa a pintarte el cuadro de encima del water.
Para un señor de esa edad que ha repetido tantas veces que tiene la rockin' pneumonia, eso de ponerle a trabajar de noche, en una carpa, en noviembre y en Burgos, está muy mal.
Te iba a preguntar si teloneó Jose Mari, pero ya imagino que no.
Por cierto, supongo que sería algo parecido a lo que sentí hace unos años al salir de un concierto de Brian Wilson: gran sonrisa tontorrona en los labios.
Jose Mari no sé pero yo lo habría hecho gustoso. Y sin rubor.
"se mueve más que todos los cantantes de brit-pop del año 96 hasta aquí juntos" jajaja.
Lo de ir a conciertos de viejunos míticos es tremendo, yo hace unos años tuve la suerte de ver a Ray Davies en acústico en Madrid y a la salida todos teníamos cara de haber sido iluminados por alguna deidad
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