Césped
"Se huele el césped", me dijo Andreu en las afueras del campo, donde se juntan los que ofrecen banderines, los reventas, los grupos de japoneses con ojos como platos y los guiris privando. Ahí se palpan los nervios en los grupos de gente, esa mezcla de euforia e incertidumbre previa a los momentos que se esperan grandes y que llamamos ambiente. Los tres asientos, el de Andreu, el de mi padre y el mío, estaban en la fila décima o undécima, en tribuna y en la línea de tres cuartos del gol sur, un poco a la derecha del banquillo visitante. Muy abajo, y por eso se huele el césped aunque este sábado yo no me fijase.
Entonces amenazaba lluvia y sólo hacía un poco de fresco. Y, si bien no en el olor, sí me fijé en el color del césped; hasta en las zonas de los porteros se podría pastar cual oveja. Ese verde casi deslumbraba con los focos que rodean todo el estadio, y lo hacía todo un tanto irreal. Hay mucho ruido, y tú no sabes muy dónde mirar: a la grada, a la zona de banquillos, a la gente que busca su sitio con parsimonia o, como se supone que debes hacer, al campo. Estaba peloteando el Barça en nuestra zona; a Giuly le había tocado ser el del medio en el rondo de los suplentes y perseguía la bola con el entusiasmo de un chaval de 12 años. Ronaldinho y Deco se gustaban, como si estuviesen en la playa, un poco apartados , mientras el resto andaba perdiendo el tiempo de mala manera. Luego volverían al pasillo de vestuarios para cambiarse y salir -los titulares- a la vez que ponen el himno a todo trapo.
A los tres minutos, tras una jugada de Andrés Iniesta, pitan falta en la frontal del área. Para Ronaldinho. La gente está excitada y da palmas de forma descompensada antes del lanzamiento. Tratan de sumarse a la liturgia que protagoniza un metódico Ronaldinho: coloca el balón en el suelo con las dos manos, da tres pasos atrás, habla con Márquez (creo que en realidad no se dicen nada, como los políticos de dos países que no se entienden pero que hacen como que hablan para las fotos) y mira al frente con los brazos en jarras. Tira por encima de la barrera. El balón va muy tocado, rápido y con efecto, a la escuadra. Uno a cero y todos gritamos; él le dedica una samba al entrenador, que le había defendido cuando la prensa se había metido con él por tocar los bongos. Lo ha marcado en la portería que tenemos más lejos, pero lo hemos visto bastante bien.
El partido se enfría muy deprisa. El arranque ha sido demasiado fácil, y parece que ganaremos con la gorra. Pero el Depor marca su primer gol en un fallo de la defensa y del portero. Poco después cae otro, también de cabeza. La cosa se pone chunga de forma inopinada y la gente intenta levantar el ánimo sin mucha convicción. Antes del descanso empata en un córner Larsson, el sueco al que no sé por qué adoramos. Para entonces ya caía una lluvia fina pero más o menos intensa. A nosotros no nos moja del todo, aunque probablemente sí a Jordi, que está en el lateral, justo al otro lado, y casi a la misma altura. En el segundo tiempo Rijkaard quita a Iniesta, un chico con mucha clase, por el que tengo debilidad, pero un poco blando y con tendencia a desaparecer. A su lado juega Deco, que vale por tres. Cada vez que el Barça saca el balón él recibe rodeado de contrarios; hace un regate corto y ya se le abre el campo para el pase. Cuando perdemos la pelota está siempre en el sitio para tapar, presionar o robar. Todas las veces.
El segundo tiempo es más directo. El Barça ha acelerado y, aunque comete errores, crea peligro, con Ronaldinho inspirado, mientras el Depor da un pasito atrás, y luego otro, y luego otro más. El gol, en todo caso, llega de córner. Es de Eto'o, que lo celebra con el público y saca una bandera de Camerún. Ellos se echan arriba y eso le permite al Barça jugar con espacio. Giuly, que ha sustituido a Larsson, está en nuestra banda, bastante activo pero algo tímido a la hora de tirar. Aunque esperamos más goles, la primera parte nos ha asustado un poco, así que no sabemos si queremos que el tiempo pase deprisa o despacio. Pero el Depor está roto, y el peligro está sólo en nuestra cabeza. Pita el árbitro en final y la gente aplaude y toca trompetas, aunque algunos ya se habían marchado un poco antes para evitar el atasco.
Actualización.
El copiota de majaderos ha hecho una entrada sólo sobre Deco. Sí, el mismo, ese que parece que lleva 200 años jugando al fútbol.
Entonces amenazaba lluvia y sólo hacía un poco de fresco. Y, si bien no en el olor, sí me fijé en el color del césped; hasta en las zonas de los porteros se podría pastar cual oveja. Ese verde casi deslumbraba con los focos que rodean todo el estadio, y lo hacía todo un tanto irreal. Hay mucho ruido, y tú no sabes muy dónde mirar: a la grada, a la zona de banquillos, a la gente que busca su sitio con parsimonia o, como se supone que debes hacer, al campo. Estaba peloteando el Barça en nuestra zona; a Giuly le había tocado ser el del medio en el rondo de los suplentes y perseguía la bola con el entusiasmo de un chaval de 12 años. Ronaldinho y Deco se gustaban, como si estuviesen en la playa, un poco apartados , mientras el resto andaba perdiendo el tiempo de mala manera. Luego volverían al pasillo de vestuarios para cambiarse y salir -los titulares- a la vez que ponen el himno a todo trapo.
A los tres minutos, tras una jugada de Andrés Iniesta, pitan falta en la frontal del área. Para Ronaldinho. La gente está excitada y da palmas de forma descompensada antes del lanzamiento. Tratan de sumarse a la liturgia que protagoniza un metódico Ronaldinho: coloca el balón en el suelo con las dos manos, da tres pasos atrás, habla con Márquez (creo que en realidad no se dicen nada, como los políticos de dos países que no se entienden pero que hacen como que hablan para las fotos) y mira al frente con los brazos en jarras. Tira por encima de la barrera. El balón va muy tocado, rápido y con efecto, a la escuadra. Uno a cero y todos gritamos; él le dedica una samba al entrenador, que le había defendido cuando la prensa se había metido con él por tocar los bongos. Lo ha marcado en la portería que tenemos más lejos, pero lo hemos visto bastante bien.
El partido se enfría muy deprisa. El arranque ha sido demasiado fácil, y parece que ganaremos con la gorra. Pero el Depor marca su primer gol en un fallo de la defensa y del portero. Poco después cae otro, también de cabeza. La cosa se pone chunga de forma inopinada y la gente intenta levantar el ánimo sin mucha convicción. Antes del descanso empata en un córner Larsson, el sueco al que no sé por qué adoramos. Para entonces ya caía una lluvia fina pero más o menos intensa. A nosotros no nos moja del todo, aunque probablemente sí a Jordi, que está en el lateral, justo al otro lado, y casi a la misma altura. En el segundo tiempo Rijkaard quita a Iniesta, un chico con mucha clase, por el que tengo debilidad, pero un poco blando y con tendencia a desaparecer. A su lado juega Deco, que vale por tres. Cada vez que el Barça saca el balón él recibe rodeado de contrarios; hace un regate corto y ya se le abre el campo para el pase. Cuando perdemos la pelota está siempre en el sitio para tapar, presionar o robar. Todas las veces.
El segundo tiempo es más directo. El Barça ha acelerado y, aunque comete errores, crea peligro, con Ronaldinho inspirado, mientras el Depor da un pasito atrás, y luego otro, y luego otro más. El gol, en todo caso, llega de córner. Es de Eto'o, que lo celebra con el público y saca una bandera de Camerún. Ellos se echan arriba y eso le permite al Barça jugar con espacio. Giuly, que ha sustituido a Larsson, está en nuestra banda, bastante activo pero algo tímido a la hora de tirar. Aunque esperamos más goles, la primera parte nos ha asustado un poco, así que no sabemos si queremos que el tiempo pase deprisa o despacio. Pero el Depor está roto, y el peligro está sólo en nuestra cabeza. Pita el árbitro en final y la gente aplaude y toca trompetas, aunque algunos ya se habían marchado un poco antes para evitar el atasco.
Actualización.
El copiota de majaderos ha hecho una entrada sólo sobre Deco. Sí, el mismo, ese que parece que lleva 200 años jugando al fútbol.
Etiquetas: esférico
12 Comments:
sólo he ido una vez en mi vida al nou camp.
fue el primer partido de la temporada de ronaldo y robson. Contra el Español.
El césped se levantaba, hacía calor, humedad. El estadio lleno.
Lo que más me impresionó es cómo se oye a los jugadores o las voces desde la banda.
El barsa empezó perdiendo 0-1 y acabó 2-1 con un gol de giovanni y otro de no me acuerdo quien.
El sitio que tenía no estaba tan abajo como para oler la hierba.
hola,
solo decir que comparto tu debilidad por andres, dale un poco de confianza, le hace falta sentirse importante, en la sub-21 se sentia importante, y mandaba en el campo, llegando incluso a la final del mundial sub20. Le quitará el puesto a Xavi, estoy seguro.
el footbal manager es lo que tiene, que te provoca debilidades inexplicables...
lo de que iniesta le quitará el puesto a xavi es algo casi natural, es 8 años más joven. De la misma manera que xavi se lo "quitó" a guardiola (en este caso fue algo más cierto pues xavi es sólo 5 años más joven que pep)
Pierre y demás,
a mi también me gusta Iniesta, pero como todo mediocentro marca La Masía, el bueno de Andrés es un cagaleta. Lo mismo que Xavi y Celades y que en su tiempo lo fueron Guardiola y Diesel Eusebio.
Por cierto Pierre, me has emosionao con tu crónica, pero me extraña que sólo comentes de pasada lo frio que es el ambiente en el Nou Camp, lo parao que es el soci tribunero. Los que frecuentan poco el estadio blaugrana es lo primero que te dicen
Bueno Pierre, a mí la hierba me pareció magnífica mayormente porque hasta hace nada ersa un patatal la cancha; mejor piso más posibilidades de victoria....¡ somos así de chulos !
Valoro tu crónica orque creo saber las ganas que tenías de escribirla sólo siento mi escasa vista al proclamar mi pesimismo en el viaje de vuelta.....ay los años de sequía, como pesan.
Coincido mucho con Polako: lo que más me llamò la atención fueron los silencios y la cara de bobos de quienes animaba n a animar y no lo lograban .....y eso que se perdía 1-2.
El campo de actuación me resultó pequeño creo que temía la velocidad de los contrarios y el medio segundo que tarda un delantero en romper la línea imaginaria y alcanzar el concepto de gol.
Excelente la salida del estadio teniendo en cuenta que la vez anterior fue en periodo preconstitucional.
Yo propongo una sección fija en el blog para la glosa de las virtudes - no sólo deportivas de Deco-.
En fin como agradecer a A. todo lo que hizo? que en estas líneas mi homenaje a su persona, su fa- milia y lo que parece un muy largo background en esto que nos une a unos cuantos. Item más fantástic asu actitud de hi ncha con dos.
Se me olvidaba estamos en cuartos.
Qué envidia me dais todos...yo no sé a qué huele el Nou Camp pero algún día lo pisaré. De momento el Barca huele a victoria.
Por cierto, Pierre, me he enganchado a tus escritos...especialmente los relacionados con el frikismo. Crees que trabajar debajo de un poster de Lord Vader y de una foto de Spiderman es mala señal???
Ir a ver un partido en un campo de fútbol como el Camp Nou es una experiencia única, le gusto a uno el fútbol o no. Usted lo ha narrado estupendamente.
Yo de mi primer partido recuerdo también muy vívidamente el efecto de la iluminación... eran las 10 de la noche y allí dentro parecía que era mediodía. Muy impresionante.
Enhorabuena a los culés, que este año además de ganar partidos están disfrutando de un fútbol de gran categoría. A ver si dentro de un par de años los madridistas podemos volver a disfrutar...
Por alusiones:
forma parte de una serie sobre grandes del barsa.
el primero fue Eto'o y ahora deco.
tranquilos, que a korneiev no tengo pensado incluirlo
Pues depende en lo que trabajes, anónimo. A veces está bien visto :)
Caray ikke, o eres un especimen realmente raro o esto de tener un blog genera efectos secundarios... tanta deportividad me abruma.
....periodista, como tú :)
Si es que somos de un endogámico que no puede ser. Pues yo tengo una foto del papa Clemente, el del Palmar de Troya. No sé que es peor...
...vale tu ganas. Es mucho peor.
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