momentos
Mientras los demás se peleaban por pagar en el restaurante de Foixá salí con el chaval, de tres años y medio y que no calla (como su padre) a jugar al fútbol. “¿Quién es el que más te gusta del Barça?” “El Puyol” “¿Por qué?”. Estuvo pensando, hasta que se decidió: “Porque habla catalán”.
Estuvimos en el aparcamiento del restaurante un buen rato, jugando con la pelota sin demasiado criterio, como se juega con los críos. También le decía las típicas tonterías que se le dicen a los niños, que te miran pensando por qué demonios los mayores dicen tonterías a los niños. Él corría todo el rato detrás de la pelota y se cansó. Entonces le dije “pues ale, a descansar” y nos sentamos con la espalda apoyada en la tapia. Le pregunté por la escuela, y contamos. Hasta el número 17. Luego volvió a corretear por ahí, y llegaron los demás, que no entendían qué hacía yo manchándome el culo del pantalón en el suelo del aparcamiento.
Escribiendo esto me he acordado de Incierta Gloria, de Joan Sales.
PD.- Como me recuerda Palomares, la cuenta de correo vinculada lleva meses cerrada. Bueno, pues ya está puesta una nueva. Hala, feliz día.
Estuvimos en el aparcamiento del restaurante un buen rato, jugando con la pelota sin demasiado criterio, como se juega con los críos. También le decía las típicas tonterías que se le dicen a los niños, que te miran pensando por qué demonios los mayores dicen tonterías a los niños. Él corría todo el rato detrás de la pelota y se cansó. Entonces le dije “pues ale, a descansar” y nos sentamos con la espalda apoyada en la tapia. Le pregunté por la escuela, y contamos. Hasta el número 17. Luego volvió a corretear por ahí, y llegaron los demás, que no entendían qué hacía yo manchándome el culo del pantalón en el suelo del aparcamiento.
Escribiendo esto me he acordado de Incierta Gloria, de Joan Sales.
PD.- Como me recuerda Palomares, la cuenta de correo vinculada lleva meses cerrada. Bueno, pues ya está puesta una nueva. Hala, feliz día.
Etiquetas: ideas peregrinas
7 Comments:
En esas conversaciones uno acaba siempre por sentirse el niño de los dos.
Mi prima siempre acaba por enseñarme las verdades esenciales cuando jugamos a seguir falsos alambres de circo.
Los niños tienen claro el mundo. La ceremonia de la confusión empieza en la adolescencia.
Compañero Pierre, yo tengo un niño de "dos años, casi tés", como dice él.
Juega al fútbol sin criterio, como tú dices, pero cuando se olvida del balón, en el calor del hogar, a veces nos suelta unas sentencias que epatan. No hay mejor criterio que el de un niño pequeño.
A propósito: mientras mi mujer me cuenta que ha discutido con una compañera de trabajo por culpa de una falta de ortografía (no se sabe si de ella, o de la otra), veo que por un lado tú escribes "pues ale, a descansar”, y por otro: "Hala, feliz día".
Noto cierta incongruencia, propia de adultos. Seguro que encima votas PSOE.
:-)
Amen a lo que dice Trotamundos Trotamudo. Por otra parte ¿quien no se ha manchado los pantalones jugando con un niño? Si alguien dice "yo no" es que realmente no estaba jugando.
Besos
Si Nora Catelli la pone bien habra que leerla no?.Mejor que lo que San Mames ya será.
Ah, la sabiduría de la extrema juventud ;-).
Los pies de cerdo estaban riquísimos, y la crema catalana y el flan, inconmensurables.
Gracias
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