el calamar
El calamar se parece al periodista en dos cosas fundamentales: en que puede tomar a voluntad el color que más le convenga y e que se defiende con la tinta. Cuando se siente descubierto, y entonces es cuando echa mano de la estilográfica, instantáneamente se disuelve en el agua un gran chorro de tinta. ¿Qué nos dice en aquel mensaje el calamar? No se ve nada. No se entiende nada. Para evadir nuestra persecución, el calamar ha lanzado el rostro un largo artículo de fondo y se ha escabullido. Dos, tres, cuatro columnas de negra prosa flotan por un instante en el líquido elemento, y o no hay opinión en el fondo de los mares, o esta opinión debe de conmoverse poco. ¡Dichoso calamar que puedes escribir lo que se te antoje sin tener que entendértelas con la previa censura! Feliz compañero en la prensa submarina.
Fragmento de Sobre el Calamar, Julio Camba (Vilanueva de Arousa, 1882-Madrid,1962), periodista y escritor.
Hace tiempo que no hago una crítica destrutiva del mundo periodístico, tras las entradas sobre periodismo taurino y de investigación. Podría hacer una critica destructiva de la profesión en general. ¿Qué se puede esperar de un oficio que se considera a sí mismo el mejor del mundo? Pero hoy estamos indulgentes, que no complacientes. La destrucción, la indignación, es a veces demsiado fácil. Y estamos en primavera, qué demonios. Abajo pueden leer el arranque de la primera crónica escrita por Camba como corresponsal en Berlín de ABC, en 1913. Vendería mi familia al diablo por escribir así. Aparte de que, como ya imaginarán, sucribo la reflexión del punto a la cruz.
Yo soy tímido, necesito saber que el lector me conoce ya, que es indulgente con mis apasionamientos, que acostumbrado a mis pequeñas paradojas, no va a tomarlas completamente en serio, que va a leerme en fin como se lee a un amigo y que muchas veces en lugar de enfadarse contra mí, va a sonreír afectuosamente diciendo ¡pero qué tonterías se le ocurren a este hombre! Porque a mí se me ocurren muchas tonterías y cuanto tengo confianza con la gente, las digo. La cuestión es pasar el rato, yo no quiero callarme una tontería que pueda divertirnos a todos para echármelas de hombre serio y sesudo. Mi nombre es Camba y en el fondo soy un buen chico.
Fragmento de Sobre el Calamar, Julio Camba (Vilanueva de Arousa, 1882-Madrid,1962), periodista y escritor.
Hace tiempo que no hago una crítica destrutiva del mundo periodístico, tras las entradas sobre periodismo taurino y de investigación. Podría hacer una critica destructiva de la profesión en general. ¿Qué se puede esperar de un oficio que se considera a sí mismo el mejor del mundo? Pero hoy estamos indulgentes, que no complacientes. La destrucción, la indignación, es a veces demsiado fácil. Y estamos en primavera, qué demonios. Abajo pueden leer el arranque de la primera crónica escrita por Camba como corresponsal en Berlín de ABC, en 1913. Vendería mi familia al diablo por escribir así. Aparte de que, como ya imaginarán, sucribo la reflexión del punto a la cruz.
Yo soy tímido, necesito saber que el lector me conoce ya, que es indulgente con mis apasionamientos, que acostumbrado a mis pequeñas paradojas, no va a tomarlas completamente en serio, que va a leerme en fin como se lee a un amigo y que muchas veces en lugar de enfadarse contra mí, va a sonreír afectuosamente diciendo ¡pero qué tonterías se le ocurren a este hombre! Porque a mí se me ocurren muchas tonterías y cuanto tengo confianza con la gente, las digo. La cuestión es pasar el rato, yo no quiero callarme una tontería que pueda divertirnos a todos para echármelas de hombre serio y sesudo. Mi nombre es Camba y en el fondo soy un buen chico.
Etiquetas: beautiful girls, la prensa
6 Comments:
Pierre, sigue escribiendo así.
Nuestros blogs son contingentes pero el tuyo es necesario!
Primo, no digas eso de que venderías tu familia al diablo, que soy muy literal y me ha dado yuyu... ya me he imaginado la escena: allí todos juntitos, con el calor que tiene que hacer, discutiendo por los langostinos y el vinagre de la ensalada... buff
querido calamar... recuerda que te cuente que la tinta sirve para mucho más... Tu boquerón
A mi también me gustaría como lo hace Camba, y la verdad es que también soy así, en cuanto tengo confianza suelto las tonterías que se me ocurre, prefiero pasarme un rato riéndome con mis amigos que contando penas.
Llevo un tiempo sin leer tu blog y sin escribir en el mío pero me ha gustado mucho todo lo que he leido. LLevo 1 hora poniendome al día.
Siempre me gustó más el modo pulpo, pero lo del calamar tampoco está mal: :P
La cosa va más allá, algunos se reservan los dos extremos. A buscar: "el peor oficio del mundo"
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