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Y allá van de nuevo...

jueves, septiembre 27, 2007

Burmese Days

El telediario nocturo de Myanmar es lo que uno esperaría de Corea del Norte. Una reportera lee lacónicamente un comunicado sin despegar los ojos del folio, mientras en el fondo se alterna una cutre infografía de la bola del mundo o, en algunos telediarios, el gigantesco e inútil puente sobre el río Iwaraddy inaugurado hace unos años. Tan inútil como los gigantescos aeropuertos vacíos, iluminados como un quirófano y con el aire acondicionado a 15 grados mientras la luz se corta todos los días del año en el resto del país.

Era hace dos semanas, pero parece que hace mil.Los chavales del restaurante shan de Mandalay no prestaban mucha atención al telediario; en Myanmar los occidentales, sobre todo cuando están sueltos, despiertan algo de curiosidad. Rápidamente cambiaron a lo que más les gusta, la música, un video de un concierto de las estrellas pop locales, con letras para seguir el karaoke. Cé-Zu-Tinpade, decían al acabar las canciones, “muchas gracias”. Los letreros, en realidad, sobraban. Los chavales cantaban en voz baja.

En el mismo telediario salía una nueva ofrenda de un alto funcionario en una pagoda de relumbrón. Es habitual. En casi todas las payas más o menos conocidas de Myanmar se ven las fotos del general de turno, con el inquietante uniforme verde, haciendo ofrendas o departiendo con un viejo monje. Por eso la manifestación de túnicas azafrán ha sido algo más que una imagen impactante para el telediario. Por eso, quizá, las primeras manifestaciones, del día 17, eran toleradas por el abominable régimen militar. Por eso, probablemente, pude tomar estas fotos el día 20 en la Aung San Road de Yangón. Era el cuarto día de manifestaciones y los monjes marchaban orgullosos, aplaudidos. Sabían lo que estaban haciendo, y sabían, seguro, lo que iba a pasar después. Yo no.


Decía el conductor de un coche de caballos, antes del famoso día 17, que los militares no dispararían. “China no quiere líos”. China, país que por lo visto encarna mejor que nadie los valores del olimpismo en este inicio del siglo, es el gran apoyo de la junta militar birmana. Recibe teca, jade, oro y piedras preciosas. De vuelta, en los gigantescos camiones Nissan Diesel que circulan por la carretera de Mandalay a Lashio, llegan armas y electrodomésticos. También trapichean con el opio y las anfetaminas que se producen en el Triángulo del Oro, y algunas ciudades fronterizas son lugar de solaz para los nuevos millonarios de la verdadera revolución cultural. Al parecer en el Golfo de Bengala se puede encontrar, bajo el lecho marino, eso que Astérix llamaba “aceite de roca”.

En 1988 los militares se cargaron a varios miles de personas a tiros, después convocaron elecciones para que aflorase la oposición y enviarla más fácilmente a la cárcel, a la cuneta o a detectar minas terrestres, como denunció la OIT. En paralelo, la junta militar tiene una red de espionaje interno tan bien trabajada que, minutos antes de que los monjes desfilasen por cuarto día por las principales calles de Yangón, algún camarero atemorizado decía que él no sabía nada de manifestaciones.

Uno viene tocado de viajes como Myanmar, aunque suene a tópico. Creo que no olvidaré nunca la manifestación de Yangón, la profunda dignidad del pueblo birmano, la impresionante autoridad de los monjes. Lo máximo a lo que pueden aspirar es a que alguna cámara o algún periodista occidental vea cómo los tirotean, pero siguen ahí, y no van a aflojar.

Asco de mundo.

PD.- ¿Alguien sabe cómo recortar/editar un video de QuickTime (formato.mov)?

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9 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por lo que se ve, Francia no se ha roto. Pero por donde has pisado sí que se han abierto algunas grietas.

27 septiembre, 2007 15:30  
Anonymous Anónimo said...

Bienvenido, Sr. Pierre.
Se le echaba de menos por estas tierras. Me interesa mucho su opinión sobre lo que ocurre en Myanmar, porque desde aquí se tiene una visión de "dictadura blanda", imagino que por intereses económicos, claro.

27 septiembre, 2007 17:10  
Blogger tropol said...

yo sé. tienes que convertir el formato (hay varios programas gratuitos que lo hacen). Luego editarlo con el moviemaker. Quicktime es el formato de apple, creo, si tienes appel seguro que hay otras maneras. Si quieres te edito yo el video bien y gratis, me mandas los videos a mi correo y me dices qué quieres. gratis, eh?

27 septiembre, 2007 20:35  
Blogger Unknown said...

Gracias tropol, pero es el tamaño del archivo lo que me complica la vida para subirlo, tampoco quiero ni sé editarlo mucho. Si me dices un programa de esos ya lo recorto un poco yo; y te lo agradeceré eternamente :)

27 septiembre, 2007 20:40  
Blogger David said...

Parece que es una versión de prueba, pero a lo mejor te sirve:

http://avs-video-tools.softonic.com/

Espero que te sirva.

Respecto a lo de Birmania yo no sé si tendría valor para andar por allí en estos momentos.
Bienvenido de vuelta.

28 septiembre, 2007 00:37  
Blogger Amador Aranda Gallardo said...

Contrariando a David (te he hecho algun montaje David, asi que sé de esto, jeje), para cambiar formatos y editar "Virtual Dub", es bastante bueno, y si quieres montar de forma sencilla y más o menos profesional, Sony Vegas, en cualquiera de sus versiones.

En lo de Birmania..en fin. Yo no iría. Creo que debemos ser concientes a veces a donde viajamos, aunque, si no asumimos riesgos, quizá no viajaríamos. En fin. Desde luego la decisión es indidual. un saludo, y bienvenido otra vez, como ya te dije, nos gusta (o me gusta) leerte.

28 septiembre, 2007 13:32  
Anonymous Anónimo said...

...una dictadura blanda...por eso la Cruz Roja jamás ha podido entrar en las cárceles birmanas, por eso los militares llevan más de 40 años gozando de una libertad infinita y plantando opio como quien planta margaritas, por eso sólo se pueden ver algunos sitios del país, por eso los birmanos -pese a vivir en uno de los países más ricos del mundo- están a la cabeza del ránking mundial de pobreza de la ONU, por eso hay esclavos, detetectores de minas humanos, niños con desnutrición y sobre todo, porque es una dictadura blanda, están disparando contra todos bonzos pacíficos que se manifiestan cantando.
Birmania es un pueblo digno, fuerte y paciente pero todo tiene un límite y, aunque sea sin la ayuda de la ONU, ojalá que lo que vimos comenzar en Rangún acabe con justicia.
Anónima

28 septiembre, 2007 17:19  
Anonymous Anónimo said...

Compañero Pierre, te echaba de menos. No vuelvas a abandonarnos tanto tiempo.

Abrazotes

Pd: Una amiga que ha viajado mucho por el mundo me decía hace tiempo que para ella, el país más hermoso que había visitado (en lo que a naturaleza se refiere) era Nueva Zelanda, y el que más le había gustado, por como era la gente, Birmania. Que lástima que todas las grandes superpotencias (con la Unión Europea y los Estados Unidos a la cabeza) estén dejando a esa panda de desalmando masacrar a un pueblo que sólo reclama aquello a lo que tiene derecho. Pero claro, que importan unos cuantos monjes y unos pocos de birmanos cuando de lo que se trata es de no molestar al gran gigante chino. Que vergüenza de mundo estamos creando entre todos!!!!!

01 octubre, 2007 09:38  
Anonymous Anónimo said...

Me repito, bien-vuelto y no vuelvas a dejarnos solos tanto tiempo!!! Y cuéntanos más cosas de tu viaje, pleaseeeeeeeeee

05 octubre, 2007 09:55  

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