ciclismo
Mi primer recuerdo sobre ciclismo fue la vuelta a España fue la que ganó Eric Caritoux a Alberto Fernández aunque, ahora, mirando en wikipedia, me ha parecido recordar a Bernard Hinault, en 1983. Me acuerdo de que Caritoux, con ese nombre de personaje de Astérix, ganó por poco a Fernández, que moriría unos meses después en un accidente de coche. Mi favorito por aquel entonces era Vicente Belda, porque era bajito y yo, entonces, también era bajito. Pero en mi clase la gente era o de Lejarreta (los macarrillas) o de Fernández. Y creo que había alguien que animaba a Caritoux, supongo que por esnobismo teniendo en cuenta que, además de ser francés, era un ciclista del montón que lo máximo que ganó además de la Vuelta fue una etapa de la París-Niza. En todo caso, yo era de Belda. Tampoco me caían mal Pello Ruiz Cabestany o el propio Lejarreta, que iba de rojo. Y los rusos, claro, que llevaban una selección de la URSS que iban, creo, de blanco.
Al año siguiente no sé si me hice de Perico o no. Creo que sí, pero no estoy seguro. Y de esa vuelta me acuerdo bien. Iba de líder Robert Millar, pero en una de las últimas etapas, en la sierra de Madrid, Perico se escapó (junto con Recio, dice el wikioráculo) y le metió siete minutos a Millar. Sigue wikipedia: "La colaboración entre José Recio y Pedro Delgado fue muy discutida, siendo considerada por algunos como antideportiva y nacionalista" cuando, y de eso me acuerdo yo solito, de lo que se quejaba Millar no era de la escapada, sino de que por detrás no le ayudó ni Cristo. Millar, en todo caso, era un tío raro, un ciclista escocés vegetariano, cuyo postrero cambio de sexo no hace sino confirmar que el complot estaba justificado.
Cuando eres pequeño, el ciclismo tiene mucho de cuento. Por la épica del superhéroe que sube montañas, pero también porque a la hora del recreo ese mismo superhéroe estaba en el circuito de chapas con obstáculos y todo. Y, sí, es diferente. Porque cada deporte tiene sus mitos, pero no encontrarán una leyenda como, por ejemplo, la del Mont Ventoux, ese gigante de aspecto lunar sin una triste sombra donde no crece ni un hierbajo, donde corren los vientos de todo el Sur de Francia y donde murió Tom Simpson hasta arriba de anfetaminas. O el puerto más duro de Italia, el Mortirolo. O la subida a Covadonga. En el ciclismo la gente que acude a las carreras va a pasar el día al campo, con el bocadillo y la familia, algunos con la caravana, y cuando pasan los corredores suele animar a todos por igual. Les he hablado de Fernández, Caritoux o Lejarreta, pero el ídolo de otra buena parte de los niños era irlandés, Sean Kelly. Y, si me preguntan ustedes quién ha sido mi ciclista preferido, no dudo ni un instante: Álex Zülle.
A los equipos también les rodeaba una especie de leyenda de cuento infantil. Zor, Hueso, Dormilón, Kelme, BH, KAS, Café de Colombia, Teka, Reynolds, Panasonic, PDM... los que han venido después no han sido lo mismo, salvo quizá el Kelme y el Banesto. Y la ONCE, con Zülle. Zülle era un ciclista suizo que corría en un equipo español y que no veía tres en un burro; a consecuencia de ello se daba importantes galletas en los descensos. Perdió una vuelta a España cuando, bajando con lluvia el puerto de la Cobertoria, en Asturias, se marchó contra las zarzas de la cuneta. Después le entrevistaron en la televisión y dijo algo así como "carretera mojada, patinar... culo en carretera y bicicleta en flores". Después ganó un par de Vueltas, creo, e hizo podio en algún Tour, pero más fueron las veces que se fue al suelo.
También me gustaba Abdoujaparov, por el nombre, claro, y mi primo era fan de Breukink. Y, bueno, todo esto no son más que recuerdos, porque ahora somos todos más mayores y el ciclismo es el deporte de los yonquis, del EPO y de las bolsas de sangre guardadas en neveras. Han pasado casi 10 años del caso Festina y esto no se arregla. Riis, Ulrich, Basso y muchos otros han hablado, pero la mayoría, empezando por Armstrong y acabando por todo el pelotón español, siguen enrocados.
Dicen en ciclismo2005: Y llegamos al dopaje. Existe una tendencia imanente a considerar que el vulgo, el populacho (en educado: la gente de la calle) son una masa informe y semisubnormal que no se entera de lo que pasa. Es muy patente en los políticos (que dicen "el pueblo es muy sabio" o "el pueblo se ha equivocado" según les venga conveniente), los publicistas y los preceptores de opinión, anteriormente denominados intelectuales. Sin embargo, la realidad es terca con esas definiciones generalistas. La gente, afortunamente, ya no es así, si es que alguna vez lo fue. Y ven lo que hay. Ven los elogios desmedidos, rayando en el racismo, a un tío con las rodillas destrozadas que gana una crono y una etapa de montaña, con 28´perdidos en medio. Vieron durante siete años a un cyborg del que ahora nos informan que es mejor que te falte un güevo. Ven los contínuos casos de doping, las excusas abyectas, pueriles, las mismas caras al frente del volante que hace veinte años. El ciclismo se muere, y la gente que lo está viendo desde dentro es incapaz de ver que lo está matando el dopaje.
No disculpo yo la actitud de parte del mundo del ciclismo, pero tampoco creo que este mundo sea, precisamente, un sitio del que la trampa y la mentira hayan sido desterradas para siempre. No sé en quién se deberían fijar los ciclistas para decir "no, yo no me dopo, las cosas hay que hacerlas como hay que hacerlas".
Una vez me contaron una de Maradona. Le paró un policía conduciendo a las ocho de la mañana puesto de alcohol y coca, para empezar. Le dijo el policía (en argentino, supongo): "No te da vergüenza, eres el ídolo de mi hijo". Maradona contestó "y qué culpa tengo yo si el ídolo de tu hijo soy yo y no eres tú".
Al año siguiente no sé si me hice de Perico o no. Creo que sí, pero no estoy seguro. Y de esa vuelta me acuerdo bien. Iba de líder Robert Millar, pero en una de las últimas etapas, en la sierra de Madrid, Perico se escapó (junto con Recio, dice el wikioráculo) y le metió siete minutos a Millar. Sigue wikipedia: "La colaboración entre José Recio y Pedro Delgado fue muy discutida, siendo considerada por algunos como antideportiva y nacionalista" cuando, y de eso me acuerdo yo solito, de lo que se quejaba Millar no era de la escapada, sino de que por detrás no le ayudó ni Cristo. Millar, en todo caso, era un tío raro, un ciclista escocés vegetariano, cuyo postrero cambio de sexo no hace sino confirmar que el complot estaba justificado.
Cuando eres pequeño, el ciclismo tiene mucho de cuento. Por la épica del superhéroe que sube montañas, pero también porque a la hora del recreo ese mismo superhéroe estaba en el circuito de chapas con obstáculos y todo. Y, sí, es diferente. Porque cada deporte tiene sus mitos, pero no encontrarán una leyenda como, por ejemplo, la del Mont Ventoux, ese gigante de aspecto lunar sin una triste sombra donde no crece ni un hierbajo, donde corren los vientos de todo el Sur de Francia y donde murió Tom Simpson hasta arriba de anfetaminas. O el puerto más duro de Italia, el Mortirolo. O la subida a Covadonga. En el ciclismo la gente que acude a las carreras va a pasar el día al campo, con el bocadillo y la familia, algunos con la caravana, y cuando pasan los corredores suele animar a todos por igual. Les he hablado de Fernández, Caritoux o Lejarreta, pero el ídolo de otra buena parte de los niños era irlandés, Sean Kelly. Y, si me preguntan ustedes quién ha sido mi ciclista preferido, no dudo ni un instante: Álex Zülle.
A los equipos también les rodeaba una especie de leyenda de cuento infantil. Zor, Hueso, Dormilón, Kelme, BH, KAS, Café de Colombia, Teka, Reynolds, Panasonic, PDM... los que han venido después no han sido lo mismo, salvo quizá el Kelme y el Banesto. Y la ONCE, con Zülle. Zülle era un ciclista suizo que corría en un equipo español y que no veía tres en un burro; a consecuencia de ello se daba importantes galletas en los descensos. Perdió una vuelta a España cuando, bajando con lluvia el puerto de la Cobertoria, en Asturias, se marchó contra las zarzas de la cuneta. Después le entrevistaron en la televisión y dijo algo así como "carretera mojada, patinar... culo en carretera y bicicleta en flores". Después ganó un par de Vueltas, creo, e hizo podio en algún Tour, pero más fueron las veces que se fue al suelo.
También me gustaba Abdoujaparov, por el nombre, claro, y mi primo era fan de Breukink. Y, bueno, todo esto no son más que recuerdos, porque ahora somos todos más mayores y el ciclismo es el deporte de los yonquis, del EPO y de las bolsas de sangre guardadas en neveras. Han pasado casi 10 años del caso Festina y esto no se arregla. Riis, Ulrich, Basso y muchos otros han hablado, pero la mayoría, empezando por Armstrong y acabando por todo el pelotón español, siguen enrocados.
Dicen en ciclismo2005: Y llegamos al dopaje. Existe una tendencia imanente a considerar que el vulgo, el populacho (en educado: la gente de la calle) son una masa informe y semisubnormal que no se entera de lo que pasa. Es muy patente en los políticos (que dicen "el pueblo es muy sabio" o "el pueblo se ha equivocado" según les venga conveniente), los publicistas y los preceptores de opinión, anteriormente denominados intelectuales. Sin embargo, la realidad es terca con esas definiciones generalistas. La gente, afortunamente, ya no es así, si es que alguna vez lo fue. Y ven lo que hay. Ven los elogios desmedidos, rayando en el racismo, a un tío con las rodillas destrozadas que gana una crono y una etapa de montaña, con 28´perdidos en medio. Vieron durante siete años a un cyborg del que ahora nos informan que es mejor que te falte un güevo. Ven los contínuos casos de doping, las excusas abyectas, pueriles, las mismas caras al frente del volante que hace veinte años. El ciclismo se muere, y la gente que lo está viendo desde dentro es incapaz de ver que lo está matando el dopaje.
No disculpo yo la actitud de parte del mundo del ciclismo, pero tampoco creo que este mundo sea, precisamente, un sitio del que la trampa y la mentira hayan sido desterradas para siempre. No sé en quién se deberían fijar los ciclistas para decir "no, yo no me dopo, las cosas hay que hacerlas como hay que hacerlas".
Una vez me contaron una de Maradona. Le paró un policía conduciendo a las ocho de la mañana puesto de alcohol y coca, para empezar. Le dijo el policía (en argentino, supongo): "No te da vergüenza, eres el ídolo de mi hijo". Maradona contestó "y qué culpa tengo yo si el ídolo de tu hijo soy yo y no eres tú".
Etiquetas: esférico
13 Comments:
A Diamolidín Abdoujaparov le detectaron en controles antidoping, entre otras sustancias, clembuterol (esa droja que algunos ganaderos malos le echan en el colacao a las vaquitas para que generen carnaza).
Buenas y santas,
en el mes de julio hubo por lo menos 11 casos de dopping en otros tantos deportes. Natacion, futbol, incluso golf, ....
El "deporte" de alto nivel esta podrido, no solo el ciclismo.
Un saludo
Mi primer ciclista fue Giussepe Saronni, que corría en un equipo en el que todos iban de amarillo, el Tongo, pero mi favorito era José Luis Laguía, del Reynolds, que ganaba el maillot de la montaña todos los años.
La historia de Maradona es buenísima, auqnue supongo que apócrifa. No veo yo a Maradona capaz de un razonamiento de tanto calado.
Qué recuerdos... ¡Mi favorito también era Zülle! Tenía cara de tan buena persona que no podía sino caer bien. Pobrecillo, subia los puertos el primero y le pasaba medio pelotón en la bajada porque iba a diez por hora. Recuerdo aquélla bajada entre la lluvia: se metió la castaña porque se le empañaron las gafas, iba con una cara de sufrimiento... El pobre no podía usar lentillas.
No sé si recordarás (no recuerdo en qué carrera), una contrarreloj que pinchó no una ni dos, sino ¡tres! veces y aún así quedó segundo. Creo que el primero fue Induráin.
En aquél tiempo el ciclismo molaba muchisimo, pero siempre ha habido dopaje, que parece que esto es como lo de Marbella, que hasta la operación Malaya nadie sabía lo que se cocía ahi... No es natural hacer 250km subiendo 3 puertos de primera y 2 de especial (la etapa del Tourmalet con la que Virenque se proclamó campeón de la montaña dos años consecutivos escapándose al principio y haciéndola enteramente solo) y al dia siguiente volver a hacerlo. Y al siguiente. Y al siguiente. Es inhumano. Los ciclistas se han dopado siempre, no para ganar, sino simplemente para poder terminar la carrera, lo que pasa es que hicieron mucho mas severos los controles a partir del desastre del Festina y entonces salió todo.
Deberían permitir el dopaje, como se lo permitieron al cyborg americano, que, como todo el mundo sabe, iba hasta las cejas de mierda. Los telediarios se enterarán dentro de 10 años y entonces a todos "nos sorprenderá".
Es cierto, sin dopaje, el ciclismo está muerto.
Robert Millar es, al igual que el actual David Millar, escocés, no inglés. Si acaso, británico.
Gracias carlos, corregido
Gracias por volver a la memoria todos esos nombres de tardes de mayo (con la Vuelta) y tardes de Julio (con el Tour). Gracias Pierre!
...hay alguien realmente consciente del dolor de culo que produce estar subido en una bici de esas durante tanto rato? Que fluyan las drogas, por dios! No podemos quitarles esa alegría!
Anónima.
PD. Ya siento rebajar tanto el nivel de los comentarios, pero alguien tenía que decirlo.
A mi lo que me gusta del ciclismo es su lenguaje mitico de leyenda: esforzados de la ruta, esa serpiente multicolor, los abanicos, el gregario de lujo, el "grupetto" de cabeza, la meta volante(?), el falso llano (traidor!), las estribaciones del puerto (tela marinera), adoptar la posicion aerodinamica (quien no ha hecho el gilipollas de tal manera bajando la cuesta de camino a la panaderia?), el mallot, el culot, el pique por fuera es fuera... etc, etc, gracias Pierre por iniciar la escapada.
Bajense Belleville Rendezvous y pasen un buen rato.
Lo demas es Quimicefa.
Pues sí, yo era seguidor de Breukink, pero por Sean Kelly. Despues del KAS Kelly pasó al PDM y allí estaba Breukink.
Se están cargando el ciclismo... no es lo mío para nada, pero creo que en el resto de deportes ocurrirá lo mismo, pero no entiendo el interés especial en publicar esto...
Me alegra que hayas hecho un alto en este tema... y felicidades!
un6yun4 dijo...
adoptar la posicion aerodinamica (quien no ha hecho el gilipollas de tal manera bajando la cuesta de camino a la panaderia?)
Ya te digo
Que recuerdos, cuando el ciclismo era mucho más abierto, que quizas hemos recuperado este año, los ataques bestias en montaña (el Chava Jiménez era el más bestia, aunke luego no pudo dejar los tranquilizantes y acabo plof, RIP).
Bueno Zulle, ese me kaía muy bien, llevabamos las mismas gafas casi
casi. Yo era más de Escartín: más feo que un pan retostao, que cuando atacaba se le ponía una cara inimitable. Que le vamos a hacer, yo me identificada con los ciclistas Poulidor, los que no ganaban (casi) nunca.
Saludos pierre
Y un recuerdo al Pirata Pantani, que cayó... pero calló.
Otro duelo grande fue aquel entre Laurant "Escupitajo" Fignon y Greg Lemond. Nos salió el chauvinismo a todos cuando cayó el pobre gabacho antipático. Rencores no superados, supongo.
Eso por no hablar de los colombianos.
Muerto el perro se acabó la rabia, supongo. El ciclismo ha muerto, ¡viva el ciclismo!
Publicar un comentario
<< Home