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Y allá van de nuevo...

martes, julio 10, 2007

El Palacio de Justicia


El Palacio de Justicia de Bruselas fue el mayor edificio construido en el siglo XIX. Es más grande que la basílica de San Pedro de Roma, con 260.000 metros cuadrados y mide 160 por 150 metros, lo que significa que rodearlo supone hacerse un mínimo de 620 metros de subidas y bajadas, pues al estar situado en una colina, hay entradas a múltiples alturas. Hubo que derribar parte de un barrio, cuyos habitantes empezaron a usar el nombre del arquitecto, Joseph Polaert, a modo de insulto. Su estética sirvió de base para numerosos edificios construidos durante la época nazi.

"Las escaleras del Palacio de Justicia eran la mayor acumulación de sillares de toda Europa. La construcción de esa singular monstruosidad arquitectónica, sobre la que Austerlitz pensaba escribir un estudio en aquella época, se emprendió precipitadamente en los años ochenta del siglo XIX por la insistencia de la burguesía belga, antes de que los grandiosos planos, presentados por cierto Joseph Polaert, hubieran sido desarrollados con detalle, lo que tuvo por consecuencia que, eso dijo Austerlirtz, en aquel edificio de más de setecientos mil metros cúbicos hubiera pasillos y escaleras que no llevaban a ninguna parte, y habitaciones y salas sin puertas en las que nadie había entrado nunca y cuyo vacío era el secreto más recóndito de todo poder sancionado. [...] Cada vez más lejos, había ido por pasillos, unas veces torciendo a la izquierda y otras a la derecha, bajo muchos altos dinteles, y algunas veces había subido escaleras crujientes, de aspecto provisional, que salían aquí o allá de los pasillos principales y llevaban medio piso arriba o abajo, para acabar en oscuros callejones sin salida, a cuyo extremo había armarios de persiana, pupitres para escribir de pie, escritorios, sillones de oficina y otros elementos de mobiliario amontonados, como si alguien hubiera de resistir tras ellos en una especie de estado de sitio. Incluso había oído decir que en el Palacio de Justicia, a causa de su complicación interna que supera realmente toda imaginación, en el curso de los años, una y otra vez, en algunas salas vacías y en pasillos apartados se habían podido establecer pequeños negocios, por ejemplo un estanco una oficina de apuestas o un bar, y una vez incluso, al parecer, un servicio de caballeros en el sótano por alguien llamado Achterbos, que un día se había instalado en su vestíbulo con una mesita y un plato para el dinero, convirtiéndolo en un retrete público con clientela de paso de la calle y, luego, mediante la contratación de un ayudante que sabía manejar el peine y las tijeras, se transformó por algún tiempo en peluquería".

W. G. Sebald, en Austerlitz

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7 Comments:

Blogger Ion said...

Te prometi hace mas de un anho unas paginas academicas sobre Sebald. Te las mando manhana. Supongo que mas vale tarde...

11 julio, 2007 23:27  
Blogger Ion said...

Por cierto, has leido "Los emigrantes" (supongo que sera asi en espanhol)? No es que yo lo haya hecho, pero me lo recomendo con enorme entusiasmo alguien de fiar.

11 julio, 2007 23:29  
Blogger Pierre Nodoyuna said...

Los emigrados... sí, es de esos libros que se recomiendan con entusiasmo


Gracias y abrazos

12 julio, 2007 00:18  
Blogger Pornochacha said...

La verdad es que después de 5 años en Bruselas, me he dado cuenta de que sabía bastante poco sobre este engendro. Aunque visto a nivel del suelo no parece tan grande como en la foto aérea que publicas, es cierto que si entras en el hall te da la sensación de estar en San Pedro. El Congo, S.L. era un gran negocio para Leopold II... Gracias por este post, me ha hecho recordar muchos buenos momentos...

12 julio, 2007 02:45  
Blogger Ion said...

Me acabo de dar cuenta de que parece la ciudad de los inmortales en el cuento homonimo de Borges... lo cual, el saber que hay un palacio de justicia precisamente así, me viene estupendamente para el párrafo que estoy escribiendo justo ahora. Gracias mil :).

12 julio, 2007 18:21  
Blogger mariett said...

Que fantasmagórico!,eso de las salas vacias y los negocios y todo lo demás...mmm visitaré Bruselas en septiembre pero pensaré sobre pasarme por ahí.
Saludos

16 julio, 2007 23:58  
Anonymous Anónimo said...

¿Espacios vacíos? ¿Escaleras que llevan a ninguna parte? Coño, a ver si resulta que Esperanza Aguirre no descubrió nada con la oleada de inauguraciones de hospitales en la pasada campaña electoral.
Que trauma para la pobre....

17 julio, 2007 14:22  

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