Doctor Strangelove
En Teléfono Rojo, Volamos hacia Moscú, el “dispositivo del juicio final” es el arma definitiva construida por la Unión Soviética. Un sistema automático imposible de desconectar que detona una bomba capaz de destruir el mundo si detecta un ataque nuclear estadounidense. El presidente de Estados Unidos (o, mejor dicho, el presidente de LOS Estados Unidos), Merkin Muffley, insiste: “¿No se puede desconectar?” y el Doctor Strangelove, el ex científico nazi de la silla de ruedas, replica: “Obviamente, pues si se pudiese apagar el arma no tendría sentido”.
Es el corolario, ficticio, pero obvio también, a la política de la destrucción mutua asegurada, dentro de la particular lógica de la Guerra Fría según la cual ser capaz de destruir el mundo tres veces no era suficiente, pues era necesario poder hacerlo aun después de un ataque nuclear. Strangelove, cuando ve venir la guerra, prevé que la humanidad vivirá en cuevas durante 100 años después del Día D, de modo que propone guardarse armas nucleares para después… dado que los soviéticos también lo harían.
La destrucción de la humadidad como objetivo es un absurdo desde cualquier punto de vista, excepto desde la lógica de la propia disuasión nuclear. El Doctor Strangelove tiene razón una vez más:“Lo que no entiendo es cómo disponiendo del arma disuasoria definitiva lo han mantenido en secreto”, a lo que el embajador ruso responde “Bueno, lo anunciamos en la asamblea del comité central del partido”. Y es cierto, es el arma definitiva funciona siempre y cuando no se pueda desenchufar (o el otro piense que no se puede desconectar). La lógica del choque de carneros.¡Boia chi molla!, la consigna mussoliniana, ¡perro el que afloja!
Estos días me llama la atención hasta qué punto esta lógica de la Guerra Fría está enquistada en nuestro cerebro, de qué forma todos somos un doctor Strangelove en potencia. En qué medida consideramos natural llevar una disputa hasta el extremo, hasta la destrucción total, incluida la nuestra, con tal de no aflojar. Los luchadores del pueblo que heroicamente vuelan edificios con opresores inmigrantes ecuatorianos dentro quieren decirnos que tienen un dispositivo del juicio final. Pero, no nos engañemos, cuando la gente se alegra de las bombas pero no de los muertos, o cuando alertan a los ecuatorianos sobre sus compañías (con una razonable tasa de éxito) o cuando, en un alarde de altura de miras, el aspirante a sheriff dice que una manifestación por la paz y contra el terrorismo divide España... cuando pasa todo eso alguien está agitando el Doctor Strangelove que tenemos dentro.
Es el corolario, ficticio, pero obvio también, a la política de la destrucción mutua asegurada, dentro de la particular lógica de la Guerra Fría según la cual ser capaz de destruir el mundo tres veces no era suficiente, pues era necesario poder hacerlo aun después de un ataque nuclear. Strangelove, cuando ve venir la guerra, prevé que la humanidad vivirá en cuevas durante 100 años después del Día D, de modo que propone guardarse armas nucleares para después… dado que los soviéticos también lo harían.
La destrucción de la humadidad como objetivo es un absurdo desde cualquier punto de vista, excepto desde la lógica de la propia disuasión nuclear. El Doctor Strangelove tiene razón una vez más:“Lo que no entiendo es cómo disponiendo del arma disuasoria definitiva lo han mantenido en secreto”, a lo que el embajador ruso responde “Bueno, lo anunciamos en la asamblea del comité central del partido”. Y es cierto, es el arma definitiva funciona siempre y cuando no se pueda desenchufar (o el otro piense que no se puede desconectar). La lógica del choque de carneros.¡Boia chi molla!, la consigna mussoliniana, ¡perro el que afloja!
Estos días me llama la atención hasta qué punto esta lógica de la Guerra Fría está enquistada en nuestro cerebro, de qué forma todos somos un doctor Strangelove en potencia. En qué medida consideramos natural llevar una disputa hasta el extremo, hasta la destrucción total, incluida la nuestra, con tal de no aflojar. Los luchadores del pueblo que heroicamente vuelan edificios con opresores inmigrantes ecuatorianos dentro quieren decirnos que tienen un dispositivo del juicio final. Pero, no nos engañemos, cuando la gente se alegra de las bombas pero no de los muertos, o cuando alertan a los ecuatorianos sobre sus compañías (con una razonable tasa de éxito) o cuando, en un alarde de altura de miras, el aspirante a sheriff dice que una manifestación por la paz y contra el terrorismo divide España... cuando pasa todo eso alguien está agitando el Doctor Strangelove que tenemos dentro.
Etiquetas: Españaza
10 Comments:
Magnífico post, como siempre.
Mieda da cuando este país saca a pasear a los Dr. Srangelove que llevamos dentro. Solemos acabar a hostias.
Valiente y certero. Y muy bien traído el personaje del doctor Strangelove.
Mierda de país...
Si esta gente son más o pueden hacer más con la política de este país que la gente que usa la cabeza, que ocurra como en la Balsa de Piedra y me den oportunidad de apearme del país.
La verdad es que la situación es abracadabrante. Pensaba que ya lo había visto todo hasta que este mediodía Batasuna ha dicho que iba a la manifestación de Bilbao "por la paz y el diálogo" (!!!!!) y la rauda respuesta de Ibarretxe introduciendo una cláusula en el lema.
También muy bonita la mezquindad de aprovechar el lapsus de lo de accidente para martillear.
Qué poca grandeza están demostrando todos, me parece increíble.
Pues como yo lo veo es simple y llanamente otra muestra de algo que se ha hecho desde hace mucho en España y creo que tendremos para rato: La politización de absolutamente todo.
Cuando Hacienda cobra, parece que cobra para el gobierno que está. Los jueces de los organismos más importantes se los reparten entre los partidos. Los cargos de muchas instituciones cambian con las elecciones. No hay nada independiente.
Y las manis son otra prueba más.
Qué penoso todo este espectáculo mediático, esta absoluta falta de acuerdo ni para darse los buenos días, esa bronca permamente en los asuntos más nímios. Paradojicamente, los supuestos defensores de la unidad del Estado, tensan la cuerda para tratar de sectorizarla. Como bien dices, Pierre, la lógica del absurdo.
pierre!
Echa un vistazo a esto... No tiene nada que ver con el blog, pero... para que se te ocurra otro..
http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Ciudad_de_Burgos
Fantástico post...
Se lo robo, sin su permiso.
Gran entrada my friend......Pues para evitar que la nausea nos inunde del todo...yo reivindico al gran Peter Sellers capaz de parodiarse a sñi mismo como Srangelove y lo que le echaran
La "Máquina del Juicio" era de hecho un elemento disuasorio. Algo así como decir "iniciar una guerra es estúpido porque no va a haber ganadores". Lo que de hecho es la idea de la Bomba H.
Eso en teoría es una buena idea, pero al Dr. se le ven los colores cuando se excita con la idea de conservar a unos pocos supervivientes para conseguir la dominación. Y es ahí donde estoy totalmente de acuerdo contigo, esta gente prefiere la dominación total de los restos, que la convivencia en paz.
Has jugado a Age of Empires? Su objetivo es la destrucción absoluta de los enemigos, cueste lo que cueste.
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