bannerpierre.jpg



Y allá van de nuevo...

viernes, enero 13, 2006

Frikismo; la primera, en la frente

La Voyager fue una sonda espacial que enviaron en los años 70 para darse una vuelta por el sistema solar. Así, a lo bruto. A los ventipico años de viaje pasó por el último planeta de su ruta y, más chula nadie, siguió para adelante. Lo típico; ya que estamos en Plutón, tira un poco más. Ahora bien, los que la mandaron eran gente lista o, al menos, precavida. Por si dentro de seis o siete millones de años la sonda de marras abre la cabeza a algún marciano que tome su sol (o sus soles), a los de la NASA se les ocurrió incluir un breve resumen de la Humanidad en la sonda, en plan "he sido yo, qué pasa". La idea de la comunicación interestelar es chula, pero la puesta en práctica fue un poco comeflores, porque se lo tomaron en serio. Un comité dirigido por Carl Sagan (ese señor que dice que nunca dijo “miles de millones de años” pero al que todos recordamos diciendo, precisamente, esa frase) decidió incluir en la sonda un disco de oro (no como el de Bisbal, un poco más currado) donde figurasen sonidos e imágenes. Eligieron música étnica (esto es, jotas aragonesas, tambores africanos y música cítar), además de saludos en acadio y otros 50 idiomas (muy útil), sonidos de ballenas, bosques y pájaros y alguna cosa más. Paz y porros, vamos. Yo habría mandado algo más acorde con la verdadera esencia de la Humanidad, no sé, una botella de tinto, un rosario, un vídeo con fútbol (Alemania Holanda del Mundial del 74), una concha-cenicero “recuerdo de Tomelloso”, un garrote y, ya que era la época, un disco de Boney M. Igual por eso no soy científico.

¿Y por qué narices cuento esto? ¿Ya quiero echar a las visitas? Bueno, pues porque me siento un poco en el pellejo de Sagan. “Piensa en qué decir a algo o alguien cuyas percepciones sensoriales desconozcas y que, en el estadísticamente casi imposible caso de que vea el mensaje, lo hará cuando el sol haya engullido la tierra”. No tiene mucho sentido, ¿verdad? Esto tampoco. Al fin y al cabo, a los que estáis leyendo os conozco, ya aguantáis mis manías de forma habitual y resignada. Y si no os conozco no sé para qué demonios os cuento mis manías (mucho menos para qué las queréis saber). Será por eso que he tardado cuatro años en lanzar el blog. Bueno, lo voy a dejar que a este paso me arrepiento. Gracias, Marta, por el diseño. A los del colectivo chispun les diría que no se mosqueen, que si se trata de recuperarlo después de seis años lo hacemos echando hostias (así somos los de Burgos, qué coño) y a los que preferían www.alazanja.com, pues que paciencia. Y ya saben, señoras y caballeros, que mi casa es su casa.

Etiquetas: ,

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Patéticas consecuencias como la sonda, han llevado a cabo fenómenos tan esperpénticos como que una piara de amigos se reúnan frente al televisor a ver viejas series de marcianos tipo "v".
Amigo Pierre Nodoyuna, ya sabe que la máquina de Zoltar hace que el tiempo pase según uno quiera y por eso me alegro de ver cómo el blog que has inaugurad, hace que remontemos incluso lo de años atras.

15 enero, 2006 21:18  
Blogger Pierre Nodoyuna said...

Zoltar.... Se me ponen los pelos como escarpias sólo de oír ese nombre.

16 enero, 2006 12:32  
Anonymous Anónimo said...

bien venido seas PIERRE de nuestros pedruscos berroqueños ojala podamos practicar la mirada inteligente sobre lo que pasa aun que m iremos bizcos y tengamos ay la vejez ¡¡ cataratas

19 enero, 2006 00:40  

Publicar un comentario

<< Home

pierre.gif